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Modul. Arquit. CUC 26: 217–250, 2021
La familia Kaufmann y la modernidad americana: Casa de la Cascada y Casa Kaufmann
The Kaufmann family and american modernity: Fallingwater and Kaufmann House
DOI: 10.17981/mod.arq.cuc.26.1.2021.09
Artículo. Fecha de Recepción: 11/11/2020. Fecha de Aceptación: 02/02/2021.
Universidad Nacional de Colombia. Medellín (Colombia)
arianol@unal.edu.co
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Para citar este artículo:
Riaño, A. (2021). La familia Kaufmann y la modernidad americana: Casa de la Cascada y Casa Kaufmann. MODULO ARQUITECTURA CUC, 26, pp. 217–250, 2021. DOI: http://doi.org/10.17981/mod.arq.cuc.26.1.2021.09
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Resumen
El rol jugado por la familia Kaufmann como mecenas de las artes en la escena cultural de Norteamérica, es invisibilizado en el cometido de dos de las casas modernas más importantes del siglo XX, la “Casa de la Cascada” de Frank Lloyd Wright, y la “Casa Kaufmann” de Richard Neutra. Este artículo revela los criterios y necesidades objetivas de los clientes durante el encargo, construcción y apropiación domestica de las casas, en donde más allá de la financiación económica, interactuaron de manera activa con los autores de estas piezas icónicas, adoptando y promulgando nuevas formas de vida, modernas y revolucionarias para la época.
Palabras clave: Familia Kaufmann; Casa de la Cascada; Casa Kaufmann; arquitectura moderna
ABSTRACT
The role played by the Kaufmann family as patron of the arts on the North American cultural scene is made invisible in the role of two of the most important modern houses of the 20th century, Frank Lloyd Wright’s “Cascade House”, and the “Kaufmann House”, by Richard Neutra. This article reveals the criteria and objective needs of the clients during the commissioning, construction and domestic appropriation of the houses, where, beyond financial financing, they actively interacted with the authors of these iconic pieces, adopting and promulgating new forms of life, modern and revolutionary for the time.
Keywords: Kaufmann Family; Fallingwater; Kaufmann House; modern architecture
Introducción
Dos casas con diez años de diferencia en su construcción, la Casa de la Cascada realizada previamente a la segunda guerra mundial y la Casa Kaufmann, en la Posguerra, en diferentes momentos de vida de la familia y de los arquitectos, e inmersas en entornos de condiciones climáticas extremas: la primera casa, usada por la familia Kaufmann durante los fines de semana y el verano, ubicada en un ambiente boscoso con marcadas estaciones, sobre las montañas Allegheny en la reserva natural de Bear Run en Pennsylvania; y la segunda casa, utilizada durante el invierno y emplazada sobre el desierto árido de Palm Springs, en California. Entornos y épocas con características particulares y casi antagónicas, que en conjunto con la figura de un cliente-patrono de las artes, otorgaron a los arquitectos la posibilidad de manifestar el ideal de la relación naturaleza-arquitectura, en toda su complejidad (Figura 1).
Figura 1. Fotografía de la familia Kaufmann disfrutando de la cascada de Bear Run (entre 1930-1936).
Fuente: https://newsinteractive.post-gazette.com/kaufmann/
Pese a los prejuicios sociales de la época, una familia judía, Edgar Jonas Kaufmann, Liliane Kaufmann e hijo, Edgar Jonas Kaufmann Jr., lograron destacarse en la comunidad de Pittsburgh gracias a su compromiso social y su labor cultural. Su conocimiento sobre muebles, textiles y objetos de diseño, debido al oficio familiar de ventas al por mayor y al detal, así como sus frecuentes viajes, les permitieron relacionarse con grandes artistas e intelectuales, lo cual les aportó un conocimiento y una sensibilidad artística que aplicarían en muchos ámbitos de la vida cotidiana. En especial el padre, el señor Edgar Kaufmann quien fue nombrado para la época como merchant prince de Pittsburgh y como un “civic leader, philanthropist, and patron of the arts” (Cleary, 1999, p. 17).
Los padres del señor y la señora Kaufmann, Morris e Isaac Kaufmann y demás hermanos, todos judíos, habrían emigrado uno tras otro de Alemania a Pittsburgh en Norte América llevando consigo un legado de comerciantes, en conjunto con sus habilidades de confección. Su primer negocio se abriría en el lado sur de Pittsburgh en el año de 1871, como una tienda exclusiva para hombres bajo el nombre de J. Kaufmann & Brothers; posteriormente, en 1886 se trasladarían y ocuparían una esquina de la manzana Smithfield Street entre Fifth Avenue (Quinta Avenida) y Diamond Street, innovando con artículos para el hogar y zapatos para mujeres.
En 1908, Edgar Kaufmann se uniría a la empresa familiar posterior a culminar sus estudios en la Universidad de Yale en 1906, y se casaría en 1909 con su prima Lilian Kaufmann; adquiriendo finalmente la participación mayoritaria de la empresa en 1913, después de comprar las acciones de siete copropietarios, llamándola finalmente Kaufmann Department Stores Inc. A partir de este año la empresa adquiriría un enfoque tecnológico y científico, así como un compromiso con las artes y el diseño, de manera que organizaría diversas campañas, exposiciones, exhibiciones y festivales, e incluso financiaría en un futuro como familia y empresa, diversos proyectos en pro del arte moderno y la comunidad de Pittsburgh.
El interés de la familia Kaufmann por lo moderno empezaría principalmente debido a la necesidad de mantener vigente la tienda familiar, no sólo a través de diversidad de productos regionales e importados, sino también por medio de la arquitectura. De esta manera a través de intervenciones y renovaciones arquitectónicas buscarían una imagen perdurable. Su primer contacto con la arquitectura se realizaría en 1898 con el arquitecto Charles Bickel en conjunto con la firma Jannsen & Abbott, con quienes se realizó un nuevo edificio anexo a la tienda principal de nombre The Great Depot. En 1913, año en que Edgar Kaufmann se vuelve propietario de la empresa, éste decide reemplazar la tienda insignia The Great Depot por una nueva edificación construida y diseñada por la misma firma Jannsen & Abbott, con el propósito de que estuviera al nivel del edificio diseñado por Bickel, convirtiéndose finalmente estas dos nuevas edificaciones en The Big Store, la gran tienda.
Entre 1925 y 1930, el señor Kaufmann con los arquitectos Benno Janssen y Willian Cocken (firma Janssen & Cocken), convertirían la tienda en la más grande de la región, abarcando toda una manzana y llegando a tener trece pisos. Entre esas intervenciones se destaca una re-modernización de la tienda al estilo Art Deco, entre 1928 y 1930, a cargo del inmigrante de Viena y diseñador de interiores Joseph Urban, quien reviste el exterior de la tienda con piedra pulida oscura y abre la fachada que daba a la Quinta Avenida, renovación que incluye una serie de diez paneles o murales alrededor de la tienda, realizadas por Boardman Robinson, titulados The History of Commerce of Kaufmann.
Posteriormente, en 1933, Liliane Kaufmann establecería las tiendas Vendôme en honor a París en el noveno piso del almacén familiar, donde ofrecería productos de lujo y calidad importados desde Europa, los cuales incluían vestimenta de diseñador, muebles y regalos de gran variedad estilística, con una mezcla de estilo moderno y popular.
La tienda The Big Store de la familia Kaufmann financia y realiza diversidad de exposiciones y exhibiciones: The International Exposition of Arts and Insutries en 1920, el festival anual desde 1935 de Peaks of Progress, y en 1940 presentan Below the Rio Grande, una exposición de antigüedades mexicanas y arte popular. También patrocinan y exhiben concursos notables como Organic Design del MoMA en 1941, entre otros (Gutowski, 2017).
Inicialmente, la familia Kaufmann acostumbraba a vivir en alquiler en lujosas mansiones en el sector residencial de Squirrel Hill, cercano al centro de Pittsburgh; entre ellas se destacan dos casas diseñadas por Benno Janssen: 5423 Darlington Road y 5625 Darlington Road. Ya para 1923, realizan el primer encargo de arquitectura residencial al mismo arquitecto. La casa de estilo normando, conocida como La Tourelle, se ubica en el suburbio de Fox en Pittsburgh, en un amplio terreno dentro de una nueva urbanización y se construye entre 1924-25, con dos pisos y dieciocho habitaciones, convirtiéndose para el momento en la casa más costosa de la ciudad. Posteriormente los Kaufmann la venderían, siendo sus propietarios hasta 1940, y alquilarían un apartamento en el exclusivo Omni William Penn Hotel (también diseñado por la firma Jannsen & Abbott) en el centro de Pittsburgh.
La familia Kaufmann habitualmente pasaba las vacaciones de verano en Bear Run, Pittsburgh, o en lugares frescos como Canadá. Para el invierno, optaban por visitar lugares cálidos y distintivos, como el hotel El mirador en Palm Springs. Aparentemente los Kaufmann apreciaban más las casas de vacaciones o de fin de semana que su residencia habitual, ya que en ellas encontraban la posibilidad de desarrollar una vida social activa y practicar sus intereses deportivos y de contacto saludable con el aire libre y la naturaleza. Es así como la familia termina destacándose principalmente como mecenas por la construcción de su casa de verano, la “Casa de la Cascada” de Frank Lloyd Wright, y su casa de invierno, la “Casa Kaufmann” de Richard Neutra, las cuales constituyen el objeto de estudio.
Estos no serían los únicos proyectos destacables encomendados por la familia Kaufmann, pues la prospera amistad entre el arquitecto Frank Lloyd Wright y la familia Kaufmann que duró aproximadamente veinticinco años, desde 1934 hasta 1959, inspiró a ambas partes a planear aproximadamente un total de doce proyectos; algunos construidos en Pennsylvania, como la “Casa de la Cascada” (1935-1937), la “Casa de Huéspedes” (1938-1939), y la oficina personal del señor Kaufmann en The Big Store en Pittsburgh (1936-1937), y otros no construidos y poco conocidos, como renovaciones o adiciones a la “Casa de la Cascada” y “Casa de Huéspedes” (1947), además de algunos equipamientos complementarios a la casa que incluyen una casa de campo o granja (1941), una cabaña de entrada a la reserva de Bear Run (1942-1956), una capilla (1952), además de la Boulder House, casa de invierno en Palm Springs California (1951).
En Pittsburgh, la familia se convierte en benefactora de la ciudad especialmente después de la decadencia surgida en la época de 1940, cabildeando varios proyectos de obras públicas nunca construidos, pero memorables, entre los cuales se encuentran algunos diseñados por el arquitecto Wright: un centro cívico (1947), un autoservicio para The Big Store (1949) y un edificio de apartamentos (1953), proyectos de los cuales se tiene conocimiento gracias a recopilaciones de dibujos del propio Wright y de sus asistentes, compilados en libros y exposiciones como el libro “Merchant Prince and Master Builder: Edgar J. Kaufmann and Frank LLoyd Wright” de Cleary, 1999 (Figura 2).
Figura 2. Cronología de proyectos arquitectónicos encomendados por la familia Kaufmann, 1922-1982.
Fuente: Autoría propia.
Metodología
Para el trabajo investigativo se emprendió una búsqueda detallada y análisis documental de fuentes primarias, tales como los testimonios directos de la familia, así como de los arquitectos, colaboradores y dibujantes de los despachos de Wright y Neutra, recopilados en diversas cartas y libros, como el realizado por el propio Kaufmann hijo, titulado “Fallingwater: A Frank Lloyd Wright Country”, publicado en 1986 y el libro, “Cheap and Thin: Neutra and Frank Lloyd Wright”, publicado en 2017 por Raymond Neutra, quien también por medio de correos electrónicos intercambiados con la autora de este artículo, realizó grandes aportes a la investigación, sobre todo en precisiones y documentos relacionados con la casa Kaufmann.
Se redibujan y modelan las casas al detalle, partiendo del rastreo de planos originales, y se recurre también a la consulta de los bocetos y notas de Wright y Neutra sobre su propia obra de temas claves como la arquitectura orgánica de Wright, encontrada en el artículo “In the Cause of Architecture”, de 1908, y en el libro “Sus ideas y sus realizaciones”, de 1962, y el biorrealismo de Neutra, postulado en sus libros “Planificar para sobrevivir”, de 1957 y “Realismo Biológico: Un nuevo renacimiento humanístico en arquitectura”, de 1958; de modo que este tejido de datos, planimetrías, cartas, fotografías y recortes de prensa de la época, permiten contextualizar de la manera más integral posible, para el estudio y reconstrucción de las obras desde la perspectiva de sus autores y del cliente.
Además se realiza un análisis exhaustivo de la participación de la familia en la concepción del proyecto, desde el proceso del encargo y construcción para construir un panorama amplio sobre el papel que jugaron en la producción de sus propias casas, el cual demuestre los diversos objetivos y necesidades que generaron unos modos de vida y sensibilidad artística particular que imprimirían en el habitar y apropiación cotidiana de éstas.
Del mismo modo, buscando contribuir a la comprensión de las casas y sus principios ordenadores en tensión con los modos de vida de la familia Kaufmann, este artículo dedica un apartado, donde se presentan brevemente los resultados de la paciente búsqueda de información y análisis relativa a los objetos decorativos y de diseño, muebles y obras de arte que contribuyen a construir un universo integral y complejo que los hace indisolubles en la concepción y resultado arquitectónico de estas obras ejemplares y en la influencia histórica en prensa de la arquitectura moderna en Norteamérica.
Resultados
En las dos casas, la familia Kaufmann no tenía muchas restricciones respecto a costos, pues buscaron, así como sus autores, no sacrificar la calidad por el ahorro. Sin embargo, si buscaban un determinado aspecto para la “Casa de la Cascada” y la “Casa Kaufmann”, que fuera el reflejo preciso del uso y del lugar.
El proceso del encargo y concepción de la Casa de la Cascada en 1934, se realiza especialmente por medio de Kaufmann Jr. quien posterior de volver de Europa estudia un programa de arquitectura llamado Wright’s Taliesin Fellowship en Taliesin. El arquitecto enviaría un ejemplar a Pittsburgh del libro “The Life-Work of the American Architect Frank Lloyd Wright”, con el fin de impresionar a los magnates, la pareja Kaufmann, y además les extendería una invitación especial a visitar Wisconsin para ver a su hijo y su compañero, el hijo de Wright.
Debido a la popularidad de la arquitectura de Wright en la región, los Kaufmann financiarían poco después la construcción de los modelos de Broadacre City, y le solicitarían personalmente que diseñara para su familia una casa de verano y de fin de semana (la Casa de la Cascada), en una propiedad de Bear Run en el suroeste de Pennsylvania, además del diseño de la oficina personal del señor Kaufmann (en el año 1937) en el piso 10 de la tienda familiar.
La familia confiaría completamente en Wright como el arquitecto, capaz de hacer realidad su aspiración de tener una residencia de fin semana y vacaciones de verano en Bear Run, que deseaban fuera el balance en sus vidas; en donde pudiesen tener contacto directo con la naturaleza apreciando la cascada en todo su esplendor.
El diseño de la casa se concebiría en la mente de Wright durante y posterior a tres visitas, entre 1934 y 1935. El arquitecto se reúne con varios de sus aprendices, entre ellos Edgar Tafel y Bob Mosher, inmediatamente después de recibir una llamada del señor Kaufmann avisando su llegada, y durante unas pocas horas, sobre un plano topográfico del lugar con la cascada, rocas y árboles, plasmó la casa que había concebido y diseñado por varios meses (Tafel, 1979).
El hecho de que la casa literalmente naciera o emergiera de la cascada, sorprendería a los Kaufmann, quienes definitivamente no hubiesen esperado esta nueva y revolucionaria forma de mirar la cascada, encontrando sin duda diversos retos y oportunidades, al respecto Kaufmann Jr. (1986) comenta:
A month later a full set of drawings reached Pittsburgh; my father, my mother, and I sat down to examine them. The main house was drawn up, but an addition for guests, servants, and garage was intended (and in 1939 completed). It was an extraordinary moment when the full force of Wright’s concept became apparent. We did not hesitate; whatever the previous expectations and whatever the problems suggested by the plans, here was an amazing augmentation of our regular refreshment in nature, and a magnetic image. The prospects were exhilarating. Father enjoyed bold ideas and challenges, especially in design and construction. My mother found sources of graceful livability in an unusual setting (p. 41).
La participación de la familia Kaufmann en el proceso de diseño y construcción de la “Casa de la Cascada” fue esencial para Wright, tanto así que describe la casa en el Foro de Arquitectura en 1938, como un ejemplo de “la inspiración que provee el lugar, la cooperación de un cliente inteligente y agradecido y el uso de materiales de albañilería” (Wright, 1962, p. 296), destacando a los Kaufmann como colaboradores activos, debido a sus exigencias y modificaciones solicitadas sobre el proyecto, que los llevaron a establecer discusiones que iban desde la ubicación del puente de la Casa de Huéspedes a la Casa principal, la solución de problemas estructurales de los voladizos, hasta la alteración e intervención de elementos naturales como árboles y rocas del lugar.
En la construcción de la “Casa de la Cascada” intervinieron tanto Frank Lloyd Wright con sus empleados como la familia Kaufmann con sus propios asesores. Los ingenieros consejeros de la familia, posterior a la fundación de las vigas y soportes de hormigón del primer piso, interfirieren en el proceso de construcción de la losa disponiendo del doble de refuerzo en varillas especificado inicialmente por Wright. Esta decisión habría sido estudiada y aprobada por el supervisor del Señor Kaufmann y un representante del arquitecto, pero no sería consultada al arquitecto Wright, causándole gran desagrado; posterior a este conflicto Wright estaría más al tanto en supervisar la obra y Kaufmann seguiría impetuoso en sugerir cambios o alternativas e intervenir en la construcción de la “Casa de la Cascada” (Figura 3).
Figura 3. Correspondencia entre el Señor Kaufmann y el arquitecto Wright del 26 de agosto de 1936.
Fuente: Kaufmann (1986).
Kaufmann Jr. (1986) comenta que buscando voladizos libres, le proponían a Wright elementos de soportes integros a la estructura de mamposteria, evitando elementos decorativos excesivos (Figura 4).
Figura 4. Bosquejo de Kaufmann Jr. sobre la propuesta realizada por Wright y resultado final.
Fuente: Kaufmann (1986).
[...] a sketch recreates my recollection of the design feature Wright paced above the entry to fallingwater- of which no accurate record survives. This was replaced at the clients´request by a quieter support for the slab roof, and one stage in the process of simplification can be seen below. Eventually all the metal elements were eliminated, and only a stub of stonework was requiered for suppor (Kaufmann, 1986, p. 102).
En la “Casa de la Cascada”, la familia buscaba un modo de vida casi rústica; por esto se negaron a la propuesta de Wright de revestir con oro, o el uso de determinados elementos, pues consideraban que iba en contravía del aspecto austero de una casa de campo.
What we wanted at Fallingwater was neither lordly stateliness nor a mimicry of frontier hardihood, but a good place for city people to renew themselves in nature. A bipolar life was not overly familiar to Wright, and he suggested some details more fitted to a different program. For example, from his Japanese experience, he considered gold leaf on the con-crete, inside and out, or paint with gleaming mica partides. Either would have been alien to our easy-going country life. He proposed great lamps, lighting the living room at night, but they introduced an odd solemnity. Specially designed car-peting through the main room would have been too luxurious and would have differentiated the interior too strongly from the terraces and grounds outside. Avoiding such features we could live relaxedly in harmony with Wright’s design, includ-ing his sparely elegant furnishings, built-in and movable; only a few changes and supplements were needed. Wright accepted them, making minor alterations when he came to see us. In these ways, Fallingwater was indubitably his and indubitably ours (Kaufmann, 1986, p. 104).
Diferente pensaban con la “Casa Kaufmann” del desierto, donde pretendían una morada que reflejara la vida de la alta sociedad, del lujo y el ocio de Palm Springs. Así, con el deseo de una residencia para refugiarse en los meses de diciembre y enero, y en la búsqueda de algo ligero, con gran apertura hacia el paisaje, la familia encargaría la “Casa Kaufmann” en 1946 al arquitecto Richard Neutra, en una difícil época de posguerra, la cual traería sus propias limitantes en el área económica, en la construcción y adquisición de materiales, pero a pesar de todo, la familia no escatimaría en gastos.
El arquitecto para ese momento había alcanzado bastante notoriedad y había sido invitado a participar en la exposición de mayor trascendencia cultural en el momento, realizada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MOMA, llamada El estilo internacional: Arquitectura desde 1922, que fue curada y realizada por Philip Johnson junto a Henry Russell Hitchcock, en 1932. El director de la reputada muestra, Alfred H. Barr, manifestaría en el prólogo: “Neutra is, among American Architects, second only to Wright in his international reputation. His executed buildings permit him to rank as the leading modern architect of the West Coast” (Barbeito, 2011, p. 24).
Sobre la preferencia de la familia Kaufmann por el arquitecto Richard Neutra en vez de Wright, Barbeito (2011) comenta:
El magnate de Pittsburgh había visitado tiempo atrás al arquitecto en Taliesin West, el nuevo complejo levantado en Scottsdale, Arizona, sobre una amplia extensión de terreno desértico adquirida en 1937. Parece que no le convenció demasiado lo que vio. Afloraba en Wright una vena excéntrica que resultaba poco o nada del agrado de Kaufmann. Además, aunque la amistad con Wright (devotamente alimentada por el hijo Edgar Jr.), se mantuvo en términos de cordialidad, la relación con el arquitecto había tenido sus momentos de tensión, y podía pensarse que tras sus últimos éxitos, un ensoberbecido Wright no iba a poner las cosas nada fáciles (p. 25).
El valle de Palm Springs en sus inicios se caracterizaba por ser una zona pedregosa en el desierto de California, con poca vegetación autóctona existente, debido al clima, a los vientos del desierto y a la poca humedad. Con el paso del tiempo, en las décadas de 1920 a 1940, el sector sufre una transformación y pasa de ser un sanatorio natural para personas que padecían tuberculosis a convertirse en hoteles resorts (Desert Inn, Hotel El Mirador), dejando de recibir pacientes enfermos y posicionándose para 1920 con la llegada de huéspedes ricos, famosos y sanos, en el paraíso de la Costa Oeste. Un refugio para las estrellas de Hollywood, un paisaje citadino desértico poco poblado, que encarnaba el ideal de lujo y bienestar.
Según el testimonio del arquitecto Thaddeus Longstreth (Neutra, 2017), diferente que en la “Casa de la Cascada”, la “Casa Kaufmann” particularmente se realizaría acogiendo innumerables sugerencias del señor Kaufmann, quien llamaba diariamente a la oficina VDL de 8:00 a.m. hasta incluso las 11:30 o 12:00 p.m. Dichas proposiciones fueron discutidas por Longstreth, asistente que atendió las llamadas y se convirtió en el intermediario entre el señor Kaufmann y Neutra, implementando algunas de las recomendaciones. El cliente se involucró de tal manera en el diseño y la construcción de la casa, que en la primavera de 1946, Longstreth cuenta que se le veía en la obra supervisando. Se puede consider que debido a la falta de información sobre esta casa, el mayor aporte de la familia en este caso se da en la apropiación mobiliaria doméstica, la cual se vera más adelante.
La familia eligió y aceptó el reto de los arquitectos Frank Lloyd Wright y Richard Neutra, de adoptar dos formas de vida contrarias, una vida rústica y de campo en medio del bosque encima de la cascada de Bear Run, y, una vida de lujo posada delicadamente sobre la planicie, en medio del desierto de Palm Springs.
En Bear Run, Wright usa como delimitación de accesibilidad tanto física como visual, los elementos propios del lugar, el río, los árboles y la abrupta topografía. El arquitecto busca un disfrute de la cascada y del bosque inmediato por medio de una arquitectura ligada al terreno. Wright ancla la casa en sus cimientos a las rocas del lugar y hace que cada espacio parta del núcleo de piedra de la chimenea y se vierta mediante diversas terrazas sobre el río hacia el paisaje del bosque del sur, este y oeste.
Neutra por su parte, en Palm Springs, crea un recinto privado en la llanura del desierto e implanta la casa de manera ligera y liviana, implantándola en medio del predio en forma de molinete. Este recinto de vegetación y elementos naturales propuesto por Neutra se concentra en la zona del jardín verde, destinada exclusivamente para la familia Kaufmann y las visitas. Por el contrario, hacia el oeste, en la zona de servicios, la casa estaría totalmente expuesta al desierto y el paisaje. La idea principal de Neutra parece ser conformar un oasis para la familia, en actitud de rechazo a la fatiga de la ciudad y una necesidad de privacidad, simultáneamente con una estrecha relación con el paisaje desértico (Figura 5).
Figura 5. Gráfica de la “Casa de la Cascada” (a) y la “Casa Kaufmann” (b) en relación de las partes con el entorno inmediato.
Fuente: Autoría propia.
Los arquitectos propendían con sus diseños por una relación íntima con el lugar, su clima y geografía particulares y por supuesto, su propia filosofía arquitectónica. La distribución, área y relaciones de las estancias hecha por Wright y Neutra respectivamente, darían respuesta al deseo de vida social de la familia, la búsqueda de privacidad para sus huéspedes y una relación armoniosa y potente con el entorno natural.
En el caso de la “Casa de la Cascada” el arquitecto buscaba lo que definió como una arquitectura orgánica, una genuina integridad que busca pertenecer a la estructura natural, de esta manera Wright considera una creación de la arquitectura con base en el crecimiento: La obra se concibe desde la idea, desde adentro y se forma hacia afuera. El arquitecto buscaría una interiorización del entorno por medio de la presencia física de los elementos naturales del lugar; también trabajaría preponderantemente los materiales francos y raizales, especialmente los procedentes del propio sitio, en la búsqueda de una interconexión e imbricación. La casa nace del lugar y desde su interior (Figura 6 y Figura 7). Wright (1962) comenta:
La arquitectura que es realmente arquitectura procede de la tierra, y en cierto sentido de las características del terreno, de las condiciones industriales nativas, de la naturaleza de los materiales y del objetivo del edificio, y debe, inevitablemente determinar la forma y el carácter de cualquier buena construcción (p. 299).
Figura 6. Fotografía de la sala de estar y comedor en la “Casa de la Cascada”.
Fuente: Lykantrop, 2007 [wikipedia, © free use].
Figura 7. Fotografía de la chimenea en la “Casa de la Cascada” y su relación con las rocas del lugar en su interior.
Fuente: Kaufmann (1986).
Por el contrario en la “Casa Kaufmann”, se tiende a la exteriorización de los espacios en el entorno, volcando las actividades familiares en un afuera cuidadosamente diseñado, este relacionado con su filosofía de realismo biológico, el cual tiene que ver con la comprensión de la arquitectura como un vehículo para lograr la armonía, permitir el culto al cuerpo y el contacto directo con la naturaleza y el paisaje, lo cual redunda en la salud del ser humano, asegurando un mejor bien estar físico y psicológico para el habitante.
El arquitecto transforma y potencia el espacio exterior en la búsqueda de estimulación natural, como generador de sensaciones infatigables a los sentidos y comportamientos saludables (Figura 8). Manipular y planear gracias a la ciencia moderna le daría la posibilidad de prever las necesidades orgánicas del ser humano, en armonía con el mundo natural. Neutra (1957) en este aspecto considera que:
[...] vivir significa participar en un intercambio de energías y tener un contacto vital con el mundo exterior. Todos los procesos vitales —moverse, crecer, envejecer, cansarse, alimentarse o perder calorías— están estrechamente relacionados con los problemas y la magnitud de este contacto. Para los que viven no puede existir un aislamiento esplendido. Tiene haber un dar y un tomar (p. 212).
Figura 8. Fotografía de Julius Shulman de la “Casa Kaufmann” y las transparencias en medio del desierto.
Fuente: James Vaughan, 2016 [flickr, cc by-nc-sa 2.0].
La modernidad como cotidianidad doméstica
Las dos casas, en especial la “Casa de la Cascada”, como residencias de fin de semana, se convirtieron en el sitio apropiado para diversas reuniones sociales, como grandes bufets y la celebración de exuberantes festividades, contando con muchos visitantes relacionados con el MOMA, como John McAndrew, Marcel Breuer, Moholy-Nagy, Alfred Barrs; además de convertirse en sede de otras reuniones de judíos notables como Albert Einstein, con fines políticos, y contar con visitas recurrentes de artistas y arquitectos de renombre, como Walter Gropius, Alvar Aalto, Henry-Russell Hitchcock, Philip Johnson, Peter Blume, entre otros.
Sin perder la esencia de la propuesta espacial inicial y el carácter designado por sus autores, así como la destinación como casas de segunda residencia, la familia se apropia del espacio, domesticándolo y disponiendo según sus propios criterios, la ubicación y el uso de determinados cuadros, esculturas, muebles y objetos, los cuales le imprimen su toque personal y lo moldean a las actividades cotidianas, logrando con esto que adquiriera diversas formas en respuesta a las dinámicas familiares.
Los elementos presentes en ambas casas, seleccionados intencional y cuidadosamente por los Kaufmann, en relación con el carácter de cada una de ellas, opera como un verdadero sistema de objetos, que dotó el espacio doméstico de una narrativa particular y propia, como lugar de exhibición de sus grandes colecciones de esculturas, pinturas y piezas de diferentes épocas y procedencias, tornando así el arte en parte de la esfera cotidiana.
El oficio de la familia Kaufmann relacionado con la industria de muebles y objetos, tanto como los estudios de Kaufmann Jr. y su trabajo y vinculación con el Museo de Arte Moderno MOMA y diversas exposiciones como The Good Design Shows (1950-1955), y publicaciones de libros como “What Is Modern Interior Design?” en 1953, les darían la oportunidad de establecer estrechos lazos con diversos artistas e intelectuales del diseño y constructores de muebles del momento, como Finn Juhl, Bruno Mathsson y Josef Frank, con quienes adquirirían muebles, en muchos casos modernos y de lujo, acordes al estilo de vida pastoril en la “Casa de la Cascada” y refinado en la Casa Kaufmann.
Tanto en la “Casa de la Cascada” como en la “Casa Kaufmann”, los muebles empotrados y los sistemas mecánicos se vuelven parte indisoluble del diseño. Los muebles son delimitadores de espacios. Tanto Wright como Neutra habrían sido consultados acerca de la ubicación y uso de determinados artículos para las casas, pero su palabra no sería definitiva para los Kaufmann.
En la “Casa de la Cascada”, encontramos un ideal de unidad integradora, Wright concibe los muebles como parte de un todo, buscando de cierta manera una correspondencia entre la arquitectura y el mueble, y por medio de la concordancia de las formas e intenciones, conseguir la integridad entre casa, lugar y uso; un verdadero sistema orgánico donde las partes refieren al todo y el todo, da cuenta de las partes. El efecto horizontal de la casa se refleja en el mueble. Cortés (1991) comenta:
Wright basa su diseño en el esclarecimiento y activación del orden interno de la forma, de su estructura subyacente. Este orden interno de la forma se constituye en manos de Wright en un orden de generación formal que permite no sólo definir el conjunto del edificio sino también extender su diseño al entorno mediante los elementos exteriores construidos y vegetales. En un sentido inverso, permite también extender hacia dentro, hacia la escala menor, ese diseño, abarcando todos los niveles (p. 78).
Wright concibe unos muebles que tienden a ser pesados por su color, material y volumen. En el caso de Neutra con la “Casa Kaufmann”, incluso los muebles empotrados representan, por el contrario, levedad y ligereza. Plegándose a estas intenciones, la familia realiza la elección de los muebles, implementando en ambas residencias mobiliario de variado aspecto, forma y materialidad, buscando facilitar la realización de actividades y usos, tanto en exteriores como en interiores.
La mayoría de los muebles en la “Casa de la Cascada” se destacan por su aspecto rústico, aunque no necesariamente pesado, pues las sillas de lectura y escritorios tenderían a ser más livianas y móviles para su funcionalidad. También harían uso de troncos del lugar, especialmente como mesas auxiliares. En el mobiliario se destacan: Sillón BKF o Butterfly, Easy Chair No. 1 diseñada por Bruno Mathsson en cáñamo, Sillón de Van Keppel y Taylor Green y Sillón de Terence Harold Robsjohn-Gibbings y Jack Lenor Larsen.
Wright crea mobiliarios empotrados y fijos: mesas, repisas, cabeceros, marcos de cama y una gran variedad de asientos, tanto altos como bajos, además de objetos como una lámpara giratoria, una gran tetera y un mueble especial para ocultar y camuflar los radiadores. Estos muebles fijos de escritorios y mesas del comedor condicionan actividades, en este caso las sillas no son empotradas, pero tienden a ser estáticas por su dependencia con las mesas (Figura 9).
Figura 10. Fotografia de la sala de estar en la “Casa de la Cascada”.
Fuente: Lykantrop, 2007 [wikipedia, © free use].
Figura 9. Fotografía de la sala de estar en la “Casa de la Cascada”.
Fuente: Kaufmann Jr. (1986).
Figura 11. Fotografía de la sala en la “Casa de Huéspedes”.
Fuente: Kaufmann Jr. (1986).
Para las salas de estar, la familia implementaría mobiliario diseñado por Wright: Cojines Zabuton, sillón cuadrado The High Hassocks, mesas auxiliares Tabonette (Figura 10 y Figura 11). Los muebles construidos están estratégicamente diseñados e integrados a los muros de la casa, para permitir la apertura de puertas y ventanas, siendo necesario en muchos casos, la adaptación de los muebles a las alturas de parapetos para permitir la vista ininterrumpida del paisaje.
Wright también hace uso de bandas horizontales y estanterías de madera que enfatizan la tensión horizontal de la mampostería y los marcos de las ventanas, en muchos casos, dichas bandas de madera se introducen en las juntas de piedra. El arquitecto también acude al uso de la propia piedra para crear nichos que se comportan como muebles, estanterías en las que la familia dispone variedad de objetos y plantas. La familia usa especialmente:
Figura 12. Fotografía del comedor y habitación en la “Casa de la Cascada”.
Fuente: Kaufmann Jr. (1986).
Figura 13. Fotografía del vestier en la “Casa de la Cascada”.
Fuente: Kaufmann Jr. (1986).
En el diseño de los muebles, los Kaufmann harían varias sugerencias a Wright examinando detenidamente los planos. Kaufmann Jr. realizaría la invención de las bandejas deslizantes en los armarios de los dormitorios. El señor Kaufmann por su parte, prestaría gran atención en la elección del color en un tono específico para los accesorios de los baños, y toda la familia, en especial Liliane Kaufmann, realizarían la selección de telas, esculturas y pinturas a su gusto y apropiadas para la casa. Entre los elementos representativos ubicados en la casa encontramos artistas como el escultor renacentista Harlem Richmond Barthé, el artista mexicano Mardonio Magaña, el escultor cubista Jacques Lipchitz, el escultor Paul Mayén, y artistas como Pablo Picasso y Diego Rivera.
Los Kaufmann tapizaron los diversos asientos con la tela de lana Doria de Jack Lenor Larsen, complementando con alfombras marroquíes y textiles tribales. La familia tendría predilección por texturas salvajes de origen animal en alfombras, de esta manera, en la “Casa de la Cascada”, enfatizando la idea de casa de campo, disponen especialmente de una gran colección de diseñadores estadounidenses, telas africanas Kuba, Ikats indonesios y tartanes escoceses, además de telas de mofeta, mapache y castor.
En el proceso de diseño, la familia rechaza algunos objetos propuestos por el arquitecto Wright, entre los cuales se destacan: exclusivas lámparas solemnes y unas grandes alfombras cuadriculadas específicamente para el comedor y la sala estar, esto debido a que los Kaufmann no las consideraban idóneas para la estética que debería tener una casa de campo. Esta decisión le otorgaría al espacio una percepción totalmente diferente a la imaginada inicialmente por Wright, pero deseada por la familia, pues debido a que el mobiliario queda al perímetro de la sala, y las alfombras son de menor tamaño, se generan espacios de estar no conectados, variados, libres y amplios en medio del estar del primer piso (Figura 14 y Figura 15).
Figura 14. Sala estar de la “Casa de la Cascada”. Propuesta de Mobiliario y alfombras del arquitecto Wright no aceptadas por la familia Kaufmann.
Fuente: McCarter (1994).
Figura 15. Mobiliario móvil e integrado a la estructura realizado por los arquitectos y la familia Kaufmann.
Fuente: Autoría propia.
En esa misma sintonía y en la búsqueda de crear ambientes adecuados y amplios, gracias a los avances tecnológicos que ayudarían a diseñar sistemas más eficientes, Wright y Neutra realizan la integración de instalaciones espaciales a la estructura. La familia Kaufmann, preocupada por la iluminación y la climatización de los espacios, permitirían a los arquitectos realizar todos aquellos detalles que fueran necesarios.
La “Casa Kaufmann” en aspecto no pareciera usar materiales ostentosos, pero para la época de posguerra, los materiales usados eran considerados costosos y de lujo debido a la inflación y la escasez de materiales, por ende, la casa era considerada ambiciosa respecto a su construcción. Circunstancias que al parecer no preocuparon a la familia Kaufmann, quienes en búsqueda de su objetivo y gracias a sus conexiones como empresarios de muebles y objetos, importaron a través del continente los materiales necesarios para tener la casa soñada.
Neutra, así como Wright, también hace uso de muebles empotrados Built in, integrados a la arquitectura. Los muebles hacen parte integral de la casa, al igual que la iluminación y los espejos, permitiéndole enfatizar los límites y la amplitud según sea el propósito. Los muebles móviles no están restringidos al interior de la casa, así, el mobiliario navega libremente, el jardín se vuelve habitable, indeterminado y los bordes se tornan difusos (Figura 16).
Figura 16. Fotografía tomada por Julius Shulman de la sala de estar en la “Casa Kaufmann”.
Fuente: James Vaughan, 2016 [flickr, cc by-nc-sa 2.0].
En el pabellón como espacio social, se tiene la mayor exposición al entorno y los elementos naturales, con el uso de ventanales de piso a techo contrarios y continuos (Figura 8). El contenedor se vuelve virtual.
En la búsqueda de facilitar las tareas del hogar y el espacio, la familia adquiriría diversos electrodomésticos. Los colores de los materiales y acabados serían elegidos especialmente para que fuese parte de la unidad integral de las casas.
En la “Casa Kaufmann”, la familia realizaría la elección de muebles livianos, lujosos y de aspecto prolijo, que por su materialidad facilitaban su aseo y libertad de movimiento en concordancia con la idea del biorrealismo. En este caso se tienen gran variedad de muebles para determinadas actividades, especialmente para los exteriores dispondrían de diversas tumbonas, mesas y sillas de lectura, que exaltan y posibilitan la vida al aire libre (Figura 16).
La familia implementa el uso de alfombras, cortinas y diversas materialidades para la jerarquización y el uso de espacios. La dirección de los muros y losas enfatizan una relación visual con el entorno en conjunto con el uso de espejos e iluminación, multiplicando con ello la espacialidad y atrayendo virtualmente el jardín a la habitación.
La familia usa especialmente (Figura 16):
El rol de las casas como ideal de vida moderna en el siglo XX
La publicidad en la prensa cumplió un papel fundamental en las dos casas, e hizo parte de una revolución en el habitar moderno de la vivienda de pre y posguerra. Las fotografías muestran perspectivas de estas viviendas peculiares y estimulantes (Figura 17 y Figura 18), las cuales de cierto modo, vendían el ideal de una nueva forma de habitar, una vida de campo en medio del bosque, o una vida de lujo en el desierto. Para Colomina (2006):
Figura 17. Fotografia de la “Casa de la Cascada”.
Fuente: Gutowski (2017).
Figura 18. Fotografia de la “Kaufmann Desert House”.
Fuente: Gutowski (2017).
[...] la arquitectura moderna formaba parte de una fascinación general, tan atractiva y llena de colorido como otros productos del “Good Life” (“el Buen Vivir”): los automóviles, los electrodomésticos, la comida, los juguetes, los muebles, la ropa y el césped. La arquitectura era un objeto más de consumo bien empaquetado, una imagen atractiva, suficientemente apetecible como para comérsela (p. 6).
La fotografía realizada por Bill Hedrich en 1937 (perteneciente a la firma Hendrich Blessing Photographers) de la “Casa de la Cascada” se realiza dificultosamente desde el arroyo Bear Run en contrapicado (Figura 17). Desde allí captura cómo la estructura nace del lugar y soporta los balcones en voladizo, creando una imagen dramática. Esta fotografía aparecería en revistas como Life For Architectural Forum y en conjunto con la perspectiva realizada por Wright para la revista Times, se convertirían en las imágenes emblemáticas de la casa.
Curiosamente esta perspectiva es difícil de retratar, pues esta captura no se toma espontáneamente desde el camino que conduce a la “Casa de la Cascada”, ni desde la orilla del arroyo. Es necesario entrar en el río para recrear esta escena. El fotógrafo logra capturar y hacer evidente el acercamiento de la casa al entorno y los elementos naturales propuesto por Wright, haciendo parecer que los muros brotan misteriosamente de las rocas del lugar y la cascada nace de los cimientos de la casa.
En 1946, para la fotografía más icónica de la “Casa Kaufmann” de Neutra, Julius Shulman estudiaría por más de dos días el lugar y la luz, siendo un atardecer el momento idóneo para la foto (Figura 18). Para la captura de una duración cercana a cuarenta y cinco minutos, Shulman hace uso de distintos negativos sometidos a diferente velocidad de obturación y variedad de exposiciones a la luz, para el efecto de transparencia de las montañas y el resultado romántico. Esta foto hace parte de exhibiciones como la del Museo de Bellas Artes de Virginia, en 1960.
Shulman con la fotografía arquitectónica desarrolló un lenguaje propio basado en la escenografía, por medio del estudio y el uso de estrategias de iluminación, ubicación de muebles, modelos humanos y la vegetación. Su sensibilidad y el modo de capturar la arquitectura lo convertirían en el artista ideal para el desarrollo de la publicidad arquitectónica y de muebles en la prensa del momento, en revistas tan influyentes como como Entenza, Life Magazine y Arts & Architecture.
Sus fotografías clásicas en blanco y negro, con transparencias y el uso del ángulo, generaban amplitud y movimiento, destacando la geometría de la arquitectura y sus cualidades espaciales. Estas escenas según lo describe Díez (2014) tenían la característica de ser dispuestas minuciosamente durante horas, a este ritual Shulman le llamaba “Dressing the scene” (p. 64).
Para Shulman era importante mostrar la vivienda habitada, por esto fotografiaba en muchos casos a sus dueños con los objetos de la casa; también era de interés del fotógrafo y de Richard Neutra dramatizar unos modos de vida cercanos a la naturaleza, recurriendo en muchos casos al uso de manojos de plantas cercanos al lente.
En la reconocida fotografía de la “Casa Kaufmann”, Shulman descubre las intenciones principales de Neutra, de transparencia y horizontalidad. El uso del espejo e iluminación en la casa multiplica el espacio, genera amplitud y profundidad. La apropiación del jardín y los modos de vida son evidenciados por la presencia física de la señora Kaufmann y el uso de mobiliario y elementos naturales como rocas y vegetación.
Conclusiones
La “Casa Kaufmann” y la “Casa de la Cascada”1 (Figura 19 y Figura 20), ofrecen una visión íntima y dos versiones diferentes de modos de vida modernos en el paisaje, de una de las familias más influyentes y poderosas de Norteamérica. Su rol en la elección cuidadosa de arquitectos modernos con alto reconocimiento y prestigio, así como en la concepción de diversos proyectos de arquitectura —incluso los no construidos—; la participación activa de los Kaufmann en el diseño y producción de mobiliario y objetos domésticos; la labor académica y divulgativa de importantes escritos y trabajos de Kaufmann Jr., algunos de ellos relacionados con el MOMA, son un verdadero indicador de la influencia ejercida por ellos en el espectro cultural de la época, preminencia a veces silenciada u omitida en la historia de la arquitectura moderna, que este artículo busca poner en relieve (Figura 21).
Figura 19. Casa Kaufmann (Kaufman Desert House).
Fuente: Pmeulbroek, 2017 [wikipedia, cc. by-sa 4.0].
Figura 20. Casa de la Cascada (Fallingwater).
Fuente: Sxenko, 2007 [wikipedia, cc. by 3.0].
Figura 21. Fotografía de la familia Kaufmann en la “Casa de la Cascada”.
Fuente: https://newsinteractive.post-gazette.com/kaufmann/
Referencias
Barbeito, J. (2011). Sobre las casas Kaufmann: dos dibujos y una fotografía. Cuaderno de proyectos arquitectonicos, (2), 16–21. Disponible en http://oa.upm.es/12171/
Colomina, B. (2006). La Domesticidad en Guerra. Barcelona: Actar.
Cleary, R. (1999). Merchant Prince and Master Builder: Edgar J. Kaufmann and Frank LLoyd Wright. Washington: University of Whashington Press.
Cortés, J. (1991). La coherencia de un método. Análisis de veinte muebles de Frank Lloyd Wright. El Croquis, (48), 77–101. Disponible en http://oa.upm.es/45716/
Díez, D. (2014). Objetivo moderno. La fotografía de Julius Shulman y la construcción de la imagen de la arquitectura del sur de California. Rita, (2), 62–67. Disponible en http://www.redfundamentos.com/rita/es/rita-online/
Gutowski, M. (2017). Images of America Kaufmann´s Departament Store. Charleston: Arcadia Publishing.
Kaufmann Jr., E. (1986). Fallingwater a Frank Lloyd Wright country house. New York: Abbeville Press Publishers.
McCarter, R. (1994). Fallingwater: Frank Lloyd Wright. Montgomery: Phaidon.
Neutra, R. (2017). Cheap and Thin, Neutra and Frank Lloyd Wright. Pacific Grove: Amazon Digital Services LLC.
Neutra, R. (1957). Planificar para sobrevivir. Mexico, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Tafel, E. (1979). Years with Frank Lloyd Wright: Apprentice to Genius. New York: McGraw-Hill.
Wright, F. (1962). Frank Lloyd Wright. Sus ideas y sus realizaciones. Buenos Aires: Victor Lerú.
Alejandra Riaño López es Arquitecta y estudiante de la Maestría en Arquitectura de la Universidad Nacional (Medellín, Colombia). Tesis en evaluación: Dos miradas al abordar el entorno Natural. Casa de la Cascada, Casa Kaufmann, dos arquitectos, un cliente. https://orcid.org/0000-0003-2081-1030
1 En sintonía con su compromiso con la arquitectura moderna, la “Casa de la Cascada” con su mobiliario es donada por Kaufmann Jr. en conjunto con aproximadamente mil quinientos acres de tierra, a Western Pennsylvania Conservancy en 1967.
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© The author; licensee Universidad de la Costa - CUC.
Módulo Arquitectura CUC no. 26, pp. 217–250. Enero - Junio, 2021
Barranquilla. ISSN Impreso 0124-6542, ISSN Online 2389-7732.
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