Tasajera resiliente: Desafío institucional para la salvaguarda de los Derechos Humanos y la dignificación de sus pobladores

Resilient Tasajera: Institutional challenge for the safeguarding of human rights and the dignity of its inhabitants

DOI: https://doi.org/10.17981/juridcuc.19.1.2023.03

Fecha de Recepción: 2022/07/25. Fecha de Aceptación: 2022/11/09.

Aura Inés Aguilar Caro

Universidad Simón Bolívar. Barranquilla (Colombia)

aura.aguilar@unisimon.edu.co

Angélica Orozco Idárraga

Universidad Simón Bolívar. Barranquilla (Colombia)

angelica.orozco@unisimon.edu.co

Numas Armando Gil Olivera

Universidad del Atlántico. Barranquilla (Colombia)

mochueloscantores@yahoo.com

Diana Carolina Santamaria Gamboa

Universidad Simón Bolívar. Barranquilla (Colombia)

dicasaga14@hotmail.com

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Para citar este artículo:

Aguilar, A., Orozco, A., Gil, N. y Santamaria, D. (2023). Tasajera resiliente: Desafío institucional para la salvaguarda de los Derechos Humanos y la dignificación de sus pobladores. Jurídicas CUC, 19(1), –92. DOI: http://dx.doi.org/10.17981/juridcuc.19.1.2023.03

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Resumen

Este artículo, muestra los resultados investigativos, realizado en Tasajera Departamento del Magdalena- Colombia en 2020; desde un enfoque cualitativo mediante entrevistas y grupos focales; se analizó la deficiencia institucional que conlleva a la vulneración de los Derechos Humanos, y un deterioro de la dignidad humana de sus pobladores a más de 500 años de su fundación; reflejada en la precarización de servicios públicos, educativos y su medio ambiente. Fortaleciéndose en sus pobladores, la capacidad de resiliencia, dentro de lo personal, familiar y comunitario, lo cual, es un motor diario de superación de sus problemáticas profundas. Los resultados muestran, que los participantes perciben a Tasajera, con riqueza cultural, identidad por sus raíces, conciencia ambiental y reconocimiento de la educación como motor de desarrollo; lo que se constituye en factores protectores y resilientes para la superación de la adversidad y abandono estatal del cual ha sido objeto frecuentemente. Concluyendo, que es todo un desafío de las políticas públicas; que, aunada a todas las fuerzas sociales, legales, educativas y políticas, permitan, una cultura de prevención y resistencia frente a la adversidad; mediante un paradigma centrado en el cuidado de sí, del otro y la naturaleza, en la promoción de una verdadera democracia que garantice los Derechos Humanos y repudie todo acto de corrupción. Que finalmente dignifique el mundo de vida de sus pobladores para el logro de su movilidad social.

Palabras clave: Resiliencia; derechos humanos; dignidad humana; conciencia ambiental; movilidad social

Abstract

This article shows the research results, conducted in Tasajera Department of Magdalena Colombia in 2020; from a qualitative approach through interviews and focus groups where the institutional deficiency that entails the violation of Human Rights is analyzed, and a deterioration of the human dignity of its inhabitants more than 500 years after its foundation; reflected in the precariousness of public and educational services and their environment. Strengthening in its inhabitants, the resilience capacity, within the personal, family and community, which is a daily engine to overcome their deep problems. The results show that the participants perceive Tasajera as having cultural richness, identity for its roots, environmental awareness, and recognition of education as an engine for development, which constitute protective and resilient factors for overcoming the adversity and state neglect to which they have frequently been subjected. Concluding, that it is a challenge of public policies; that together with all the social, legal, educational, and political forces, allow a culture of prevention and resistance in the face of adversity; through a paradigm focused on the care of oneself, the other and nature, in the promotion of a true democracy that guarantees human rights and repudiates all acts of corruption. That finally dignifies the world of life of its inhabitants for the achievement of their social mobility.

Keywords: Resilience; citizen rights; human dignity; environmental awareness; Social Mobility

Introducción

En distintos países del mundo, se reúnen importantes comités, para discutir acerca del cumplimiento de los Derechos Humanos-DH; y en ese ambiente coexiste el escepticismo al analizar los distintos casos sobre su violación. Sen (2012) hace una crítica profunda que integra tres ejes centrales: legitimidad, coherencia y cultura. Para el caso de Tasajera se puede validar lo anterior, dado que en 1791 empieza los actos revolucionarios en Francia en la búsqueda de la dignidad humana respaldada en los Derechos Humanos, pasando por la refrendación de estos en 1948 por la declaratoria universal por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 1948) la cual intercepta con la Constitución Política de Colombia en 1991 (Asamblea Nacional Constituyente, 1991).

Se entiende que una sociedad, no es mínimamente justa, hasta que no facilita a sus miembros la precondición de una vida que no esté a la altura de la dignidad humana. Incumbiendo a los actores políticos el indagar y determinar qué elementos se necesitan para que una vida así sea (Nussbaum, 2012).

El corregimiento de Tasajera, a medio siglo de su origen, presenta diversas problemáticas, asociadas a la falta de ejercicios de planificación para el desarrollo, siendo predominantes las bajas coberturas en los índices de necesidades básicas insatisfechas; no existe evidencia de procesos de larga duración para plantear soluciones al desarrollo local (Manjarres, 2019). Es una comunidad que carece de infra­estructura de calidad y abastecimiento de servicios públicos y básicos, se caracterizan por subsistir de la actividad pesquera, lo cual es un principal determinante de sus rasgos sociales, económicos y culturales. La contaminación ambiental, es visible, para quien transite desde Barranquilla a Santa Marta o viceversa; se ve a simple vista cierta cantidad de desechos arrojados por los mismos habitantes alrededor de sus casas, lo cual, trae problemas de salud y a eso se le suma que no poseen un servicio de alcantarillado público, siendo comúnmente utilizadas las llamadas pozas sépticas (Bohórquez, 2021; Manjarres, 2019).

En ese sentido, cuando el escritor francés Hugo (2015) escribió 23 años después de la Revolución Francesa, “Los Miserables”, esa oda a la grandeza humana y una celebración de la esperanza como textura de la realidad; jamás pensó en los pobladores de Tasajera. No obstante, “Los Miserables” puede ser también el título de los habitantes que viven en una franja de la tierra del Caribe colombiano (Hugo, 2015). En medio de tanta miseria humana, el autor, muestra los viles asesinatos a la niñez desamparada del Estado en su época. Con su escritura recupera la dignificación del ser humano y la humildad de los vencidos o condenados de la tierra (Llosa, 2016).

Estos argumentos que expresan el rechazo al pobre se convierten en un atentado diario contra la dignidad humana, el bien ser, el bienestar de las personas y contra la democracia lo que conlleva a las denominadas sociologías de las ausencias o abandono por parte del Estado de algunos territorios invisibilizando a sus habitantes (Cortina, 2017).

Todo lo anterior, para trascender, desde la investigación a lo acontecido en esa comunidad, entre el año 2020-2021, en medio de la explosión de un camión cisterna en pandemia, que provocó la muerte de 45 personas (https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/tragedia-de-tasajera-victimas-de-la-explosion-de-camion-cisterna-en-magdalena-516504); estudio realizado de forma inter­disciplinaria, el cual buscó, aportar a la comprensión de un grupo social que ha sido excluido y que no posee las condiciones mínimas para garantizar sus derechos y por ende su calidad de vida.

En el caso de la crisis que experimenta la comunidad está marcado por un proceso que puede generar cambios históricos, bien sean positivos o negativos, es decir, toda crisis trae consigo transformaciones que conllevan a la creación de nuevos sistemas filosóficos, económicos, religiosos, políticos, culturales o sociales (Sierra y Cruz, 2015). Se viene solicitando una vuelta a los valores morales en la ciencia y la tecnología, para ver si a través de la moral se puede tomar el control ante la crisis y darle una nueva dirección a la técnica científica (Cruz, 2016).

Finalmente, el panorama descrito anteriormente se integra al contexto social de Tasajera relacionando constructos teóricos relacionados con ciudadanía y derechos para presentar seguidamente la ruta metodológica, los resultados y conclusiones.

Tasajera: contexto, ausencia de Derechos Humanos e ilustración

Tasajera es un corregimiento del municipio de Puebloviejo, Magdalena, ubicado en el Caribe colombiano. Entre sus múltiples problemáticas sociales se destaca el impacto negativo del fenómeno ambiental sobre la Ciénaga Grande, como fuente de ingreso a través de la pesca, la ausencia para más de la mitad de la población de servicios como alcantarillado y agua potable, indicadores fundamentales para medir calidad de vida de la población, no obstante a que el corregimiento de Tasajera, posee riquezas mineras, agrícolas y pesqueras, aunque esta última actividad se ha visto afectada debido al aumento de la contaminación ambiental y a la escasez de lluvias en la zona. Tasajera, uno de los corregimientos más importantes que hay en el Magdalena, vive de la nada, parece estar detenido en el tiempo y se estanca en su desarrollo. La comarca, la cual deriva su economía de la pesca (de por sí, escasa), es quizás, el más llamativo caso de abandono y discriminación ambiental del país (Iguaran, 2020).

Esta situación ha obligado a los habitantes del corregimiento de Tasajera a cambiar sus formas de generación de ingresos, entre las cuales se resaltan la venta ambulante en la carretera que conduce de Barranquilla a Ciénaga, y el hurto de artículos de valor pertenecientes a vehículos volcados sobre la vía. Esta última práctica conllevó a la gran tragedia humana sin precedentes en la historia de este corregimiento olvidado de Colombia, tal y como se describe a continuación: El día 6 de julio del 2020, un camión cisterna el cual transportaba gasolina por la vía transversal del Caribe que conduce hacia la ciudad de Barranquilla se volcó en el corregimiento de Tasajera; al enterarse del accidente varios pobladores se trasladaron al lugar con recipientes para hurtar la gasolina, sin percatarse que otros se dedicaban a extraer la batería del automotor, lo cual genera una explosión que cobro la vida de 45 personas y deja heridas a 19 más de ellas (Roger, 2020).

Esta actividad ilegal es directamente proporcional a la situación de pobreza en la cual se encuentra la mayoría de la población de este corregimiento del Magdalena y que se ha convertido en parte de la cotidianidad, entre otras cosas, por las escasas oportunidades de estudio y de empleo.

De acuerdo a lo anterior y según el Departamento Nacional de Planeación-DNP, la región Caribe es una de las zonas más pobres e invisibles del país, su desarrollo local depende de las transferencias del gobierno central, aunque este tiene una presencia diferenciada en varios de sus departamentos, en particular en aquellos donde ha impactado el conflicto interno armado y comparten soberanía con organismos paraestatales (Trejos, 2018).

De ahí se puede argumentar que por razones históricas, geográficas e institucionales las regiones periféricas de Colombia específicamente la región Caribe, han estado sometidas al rezago socioeconómico en la mayoría de sus municipios. Esto ha impactado en la economía local y en la calidad de vida de sus habitantes, lo cual se hace evidente en los índices de desarrollo humano en el departamento del Magdalena, como lo revela la Figura 1.

Figura 1. Descripción del Índice de Desarrollo Humano-IDH del departamento de Magdalena.

Fuente: Elaboración propia con base a las estadísticas del PNUD 1990-2018.

En coherencia con lo anterior, frente al Índice de Desarrollo Humano-IDH departamental, el Índice de Desempeño Fiscal-IDF, el coeficiente de GINI presenta cifras desalentadoras (Jaham, 2020). También se debe agregar que, en muchos municipios de este departamento existen casos de abuso, maltrato intrafamiliar y des­nutrición infantil. Esta última es crítica en comunidades indígenas de la S­ierra Nevada de Santa Marta y corregimientos como Tasajera. Para mitigar estas problemáticas sociales y económicas, instituciones nacionales ejecutan programas antipobreza a través de transferencias en especie y asistencia social con presencia de organismos como el Instituto, Colombiano de Bienestar Familiar-ICBF.

Es por ello que, los caminos de la libertad definidos en la carta constitucional colombiana le otorgan al ciudadano todos sus derechos; por eso él tiene que apropiarse de ellos y reclamarlos cuando se los violan, pero como se encuentra en una minoría de edad mental, en todo momento lo han violado. No solo en la educación sino también su derecho al trabajo, a la salud, y el estado social de derecho lo han arrinconado a lo más espantosa miseria y abandonado total como ha hecho en los últimos 100 años. Tasajera , pueblo humilde y de pescadores, ubicados a la orilla del mar caribe vive, en un desamparo total, y todos sus derechos han sido pisoteados. Toda la tragedia humana, que produjo la explosión, del carro tanque fue producto del abandono y olvido de ser tasajerense a los cuales les han violado todos sus derechos humanos. Esperemos que, de tanta sangre, y de tanto sacrificio, emerja la clara voluntad de luchar por una sociedad justa y democrática (Zuleta, 2020).

En ese sentido, es indispensable recordar que la divisa de la ilustración del siglo XVIII fue Sapere Aude, es decir —atrévete a pensar—, “ten valor de pensar por cuenta propia”, argumento Kant (2000) en su texto ¿Que es la ilustración? Analizar por medio de nosotros mismos, solo lo realiza un ciudadano, el cual haya resuelto esa pregunta, y para poder realizarla ha tenido que hacer el trabajo del esfuerzo del concepto; y esto se consigue con buena educación, para un pueblo que practique sus derechos humanos, en una verdadera democracia. De ahí parte, que la educación, debe formar para dar autonomía a la persona y sea capaz de decidir y de elegir su camino; también la educación, como un derecho humano, debe formar para la cooperación, esto es la capacidad de trabajar y entenderse con otros, es decir lo que uno sabe y entender lo que saben los demás. Así mismo, formar para la participación, lo que significa que la política no quede reducida a un pequeño grupo, sino que la gente se simplifique en el plano de su barrio, de su pueblo, de su ciudad, de su país entero, en la gestión democrática, y por supuesto, formar para la solidaridad para ser capaz de comprender que todas las riquezas humanas son riquezas sociales, por mucho que la iniciativa privada, de algunas personas hábiles, haga que alguien gane una fortuna gracias a un buen ojo en los negocios y, su habilidad en cualquier caso no gane solo él, sacando la riqueza de la nada, siempre de parte de la sociedad (Sabater, 2003).

Ante estas cifras, la ausencia institucional conlleva a la vulneración de Derechos Humanos; la reflexión de sus habitantes puede ser fundamental toda vez que es indispensable que de forma personal y colectiva puedan activar una ruta posible. Ante todas esas desesperanzas la resiliencia ha sido un elemento que salvaguarda la vida en su cotidianidad. Afianzarla, conlleva a darle dignidad a sus luchas constantes. A continuación, una reflexión integrando conceptos de ciudadanía y derechos, como a su vez, resiliencia; esta última se instala como tabla de salvación, aunque, es requerido que puedan encontrar el camino de la participación activa.

Ciudadanías, ciudadanos y derechos

El pensamiento humano ha sido una constante en el acontecer del mundo. En los cambios de establecimientos jerárquicos son procesos donde los ciudadanos van orientando un mejor vivir. Así se construye ciudadanía en pos de los derechos. Por ello la ciudadanía y derechos se aúnan en el desarrollo humano mundial.

En ese sentido, en los pueblos aristocráticos cada hombre estaba poco más o menos fijo en su esfera pero los hombres son prodigiosamente distintos al tener pasiones, ideas y gustos esencialmente dispares. En las democráticas, al contario, todos los hombres son parecidos, están sujetos a grandes y continuas vicisitudes. El aspecto de la sociedad americana es agitado porque los hombres y las cosas cambian constantemente y es monótono porque los cambios son semejantes (Tocqueville, 2018).

De esa manera, la superación de los Derechos Ciudadanos de 1791, se logran universalmente, cuando la ONU (1948) establece los Derechos Humanos, lo cual es un hito de la ciudadanía en participación y se ven reflejado al ciudadano común y corriente, para así poder seguir instalando, en la política pública, la búsqueda de la igualdad en la diferencia, donde a nadie se le impida poder movilizarse por el mundo con su condición humana. Desde 1948 hasta la fecha, hay distintos tratados, que convocan a la salvaguarda de los Derechos Humanos, tanto a mujeres, niños, otras connotaciones, como las condiciones de discapacidad, migración, tortura (ONU, 2022). Todo ello deja en evidencia la importancia, en el caso de las mujeres, de sus propias luchas, las cuales son válidas en la reivindicación de los Derechos Humanos, extendiéndose desde los países desarrollados hasta lugares encumbrados como América Latina, que por ser considerado nuevo mundo, se incorporan al desarrollo desde sus propias formas.

Ha sido un importante punto en la lucha de la humanidad por la universalidad de los Derechos Humanos, pero todavía queda un largo camino por recorrer para convertir los principios en realidad. En demasiados lugares, y para demasiadas personas, los Derechos Humanos y el imperio de la ley no pasan de ser quimeras; solo cuando la dignidad y la igualdad de derechos inherentes de todos los miembros de la familia humana sean verdaderamente respetados podremos confiar en la existencia de libertad, justicia y paz en este mundo (ONU, 2013).

En Latinoamérica, el movimiento constitucionalista y republicano, ha jugado un papel central para la secularización de la región, en donde los Derechos Humanos toman un rol preponderante en las construcciones ciudadanas (Góngora, 2022). Actualmente, Chile, define su nueva constitución, para lo cual Díaz (2022) manifiesta la importancia en perseverar como sociedad, en la protección de la dignidad humana, pero avanzando hacia una real y efectiva protección; no solo en una mera declaración en el papel o articulado constitucional, sino en el establecimiento de cláusulas de interpretación, que permitan, una mejor coordinación entre los sistemas interno e internacional.

En Colombia, para el caso de Tasajera, como se definía en el apartado introductorio, no hay evidencia de una conformación ciudadana, que pueda interpretar su propia realidad, donde ellos puedan hacer parte de sus cambios, además de participar fuera del clientelismo que ha corroído por varios siglos este centro poblado. A dos años de la tragedia un habitante expresa: “—Esto es duro, muy duro. Pido al Gobierno que nos ayude, que no nos olvide porque aquí seguimos siendo pobres—” (González, 2022, párr. 8). Entre tanto, aunque, los colombianos gocen del triunfo de una idea de democracia, no ha traído aparejado, el triunfo del proceso democrático (Dahl citado en Camps, 2001). En el goce pleno de los Derechos Humanos integrados en su calidad de vida, se podría decir, que en Colombia está instalada la democracia, en una forma de constitución corrupta, aunque, la política y la democracia, como una superación de la monarquía y tiranía (Orozco y Dávila, 1997).

Lo anterior, deja entrever, una cultura de la espera, de un mesías, desde la administración local, departamental y nacional, y la dificultad para ejercer ciudadanía y tomar acción social para su propio desarrollo. Contrario al planteamiento de Iriarte (1996), donde expresa que la fuerza motriz de la actividad política desde las clases populares es la responsabilidad de la cosa pública. La consciencia de encargarse mejor que los nobles en el conjunto de la polis. De tal manera que un ciudadano no acepta tener representantes o delegar la capacidad de la decisión de terceros, sino que asume de forma rotativa el poder deliberativo como el legislativo.

Resiliencia comunitaria: una perspectiva para superar la adversidad en Tasajera

Los seres humanos habitan en una sociedad de riesgo, con situaciones que amenazan la calidad de vida en el ámbito económico, social y emocional, entre otros, por ello en los últimos tiempos, la resiliencia está suscitando una vasta producción de artículos científicos y prácticas sociales, educativas y comunitarias, en las cuales se ha puesto en evidencia la importancia que tiene para la humanidad desarrollar procesos resilientes conducentes a superar y/o prevenir las adversidades reconfigurando con ello su dignidad humana.

Desde la perspectiva individual, los estudios han demostrado que las personas, algunas en menor y otros en mayor medida, desarrollan procesos resilientes, es decir, que no es una característica propia de seres excepcionales, por el contrario, estas habilidades se pueden encontrar en su entorno, en virtud a esto se ha definido como una cualidad humana universal presente en todo tipo de situaciones difíciles y contextos desfavorecidos, como la guerra, la violencia, los desastres, los maltratos, l2s explotaciones y los abusos. Se desarrolla para enfrentarlos y salir fortalecido e incluso transformado de la experiencia (Vanistendael y Lecomte, 2002).

De acuerdo a Grotberg (1995), pese a que no está claro que sea una cualidad innata y/o adquirida se reconoce como una contribución a la promoción de la salud mental, señalando que es en la infancia el período idóneo para estimularla, aclarando que es una condición social que necesita de otros para crecer. En esta misma línea, desde la psicología positiva, Seligman y Czikszentmihalyi (2000) refieren que la resiliencia favorece la calidad de vida, haciendo énfasis en el manejo de las emociones, definida así por Suárez et al. (2004), como una composición de factores que posibilitan a un ser humano, enfrentar y sobrepasar las dificultades de la vida, y edificar sobre ellos.

Con ello se pretende moderar los niveles de estrés, afrontar las adversidades, recuperar la confianza y mantener niveles óptimos de funcionamiento, bienestar, así como lograr salir transformados y fortalecidos de la crisis. En este ámbito se resaltan principalmente, los trabajos de Walsh (2003), terapeuta sistémica, quien propone una estructura conceptual que permite captar cómo se da este por medio de lo que se llama perspectivas del desarrollo y ecológica, proporcionando tres categorías de comportamiento que dan cuenta de factores de protección dentro del entramado familiar, los cuales hacen referencia al sistema de creencias, los patrones de organización y el tipo de comunicación para resolver los problemas, logrando especificar de manera detallada cómo deben ser los comportamientos posibilitadores de la resiliencia familiar.

Es preciso considerar que para desarrollar procesos resilientes familiares, es importante tener en cuenta el contexto, la cultura, nivel de desarrollo, recursos propios (humanos y materiales) y externos (familiares y comunitarios) disponibles, la combinación interactiva de factores de riesgo y factores de protección, así como de la visión familiar compartida. Desde el enfoque familiar se describe que existen factores protectores como las celebraciones familiares el tiempo o las rutinas compartidas y procesos de recuperación como el apoyo familiar, la recreación y el optimismo (Kalil, 2003; McCubbin & McCubbin, 1988).

Hasta aquí se ha realizado una aproximación al constructo de resiliencia desde la perspectiva individual y familiar, para con ello ir abordando uno de los aspectos más sobresalientes en este estudio: la resiliencia comunitaria, es importante antes definir que la comunidad está conformada por miembros, que mantienen entre sí relaciones humanas y económicas, comparten ideas, valores, costumbres y metas. Estas características determinan en gran medida tanto las fortalezas como la vulnerabilidad y consecuentemente inciden en el impacto social de las catástrofes y en la capacidad de afrontamiento, recuperación y transformación posibles (Uriarte, 2013).

Desde una visión comunitaria, los escritos bíblicos describen a hombres y mujeres que en trabajo colectivo lograban adaptarse y superar situaciones difíciles, es así como se relata la historia del pueblo de Israel (Reina Valera, 1969, Éxodo 1:12), que a través de estrategias colectivas lograron permanecer más de cuarenta años en el desierto y de esta manera se liberaron del pueblo Egipto; a partir de este contexto se define la resiliencia comunitaria como la capacidad colectiva para hacer frente a las adversidades y reorganizarse de modo que mejoren sus funciones, su estructura y su identidad (Uriarte, 2013). Es así como se reconoce la forma en que los grupos humanos responden a las adversidades que como colectivo afecta su desarrollo económico y social, al presentarse fenómenos como terremotos, inundaciones, sequías, atentados, invasiones, represión política y otras, al tiempo que logran demostrar cómo se desarrollan y fortalecen los recursos humanos y físicos con los que ya cuentan. En coherencia con esta concepción, Suárez et al. (2004) señalan que es la condición colectiva para sobreponerse a situaciones masivas de adversidad y construir sobre ellas. Algunas comunidades se fijan como meta combatir las adversidades y son capaces de superar las dificultades, mientras que otras se llenan de abatimiento y desesperación.

En el caso acontecido en Tasajera, el accidente del camión cisterna en julio 2020, la forma de entronizar la situación, al ser una dura experiencia para los familiares de jóvenes y adultos que murieron al instante, siendo una situación que ha hecho que se visibilice un proceso resiliente, definido por factores de resistencia y superación que se reconocen en esta investigación como retos como: apoyo, compromiso gubernamental o sentido de pertenencia (Uriarte, 2013; Carbelo y Jáuregui, 2006; Cyrulnik et al., 2003).

Finalmente, en más de seis décadas de guerra interna, Colombia se muestra como un país resiliente, sumado a todas las circunstancias particulares que viven lugares como estos, donde la reivindicación del Estado está lejos de hacerse ver y es la ciudadanía la que necesita nueva comprensión de su realidad para poder construir su futuro en torno a la defensa de sus derechos humanos y dignidad.

Metodología

El enfoque que orientó el estudio fue cualitativo por cuanto este se basa en comprender y profundizar los fenómenos, indagando desde la perspectiva de los individuos en una situación natural y en relación al contexto. Como técnicas se utilizaron el grupo focal definido como el método de investigación colectivista, el cual se centra en la pluralidad y variedad de las actitudes, experiencias y creencias de los participantes (Hamui-Sutton & Varela-Ruiz, 2012), aunada con la encuesta y la revisión documental, como se indica en la Tabla 1, lo cual es adecuado, debido a que permite abstraer de mejor forma el tema de estudio y obtener los resultados deseados de acuerdo a los objetivos y problema de investigación.

Tabla 1. Técnicas de investigación.

Técnica

Detalle

Cantidad

Grupo focal

Encuesta

22 jóvenes Tasajerense.

1 docente.

Población en general.

Dos grupos focales.

305.

Revisión documental

Periódicos Regionales, Nacionales e internacionales.

Seguimiento institucional.

40 documentos.

Nota: Descripción de las técnicas empleadas en el proceso por el colectivo investigador. Fuente: Autores.

La técnica empleada para el análisis de la información recolectada acorde a los propósitos de esta investigación fue el análisis de contenido, el cual permite abstraer de forma sintética la descripción de los actos de habla de los participantes del estudio, instalando, un el rigor científico para salvaguardar la confidencialidad de quienes participan.

Descripción del Trabajo de Campo

Este trabajo se efectuó en el periodo 2020 y 2021, respondiendo a las medidas de bioseguridad por COVID-19. Los grupos focales se realizaron a través de plataformas virtuales. La reunión fue grabada, con el fin de disponer del audio e imagen de cada una de las sesiones para llevar a cabo las transcripciones y elaboración de matrices categoriales. La encuesta se aplicó en línea a 305 personas residentes en Colombia, de las cuales el 77.7% son mujeres y el 22.3% hombres, entre las edades de 16 a 57 años. El procesamiento de la información se realizó de forma manual.

Resultados y discusión

El Caribe colombiano es considerado como uno de los lugares con una belleza natural y cultural imprescindible para Colombia, cuenta con esos pueblos que no son reconocidos normalmente por su sociedad sino por sus tragedias, pero que poseen una riqueza humana y una calidad en su ser como ningún otro lugar de la tierra. Lo anterior, permitirá, descubrir la riqueza cultural que poseen y se constituye un factor protector de su vida, para que las nuevas generaciones se apropien de sus valores, más allá de las hetero-designaciones enmarcadas desde la desventaja social a la que se han visto advocados como sociedad. En este caso la resiliencia que se evidencia en las expresiones de los jóvenes es de gran valor, debido a que como nueva generación guardan la esperanza y saben que en sus construcciones educativas y culturales estará la transformación para la recuperación de sus derechos.

De esta manera en esta investigación se evaluaron tres dimensiones: conciencia social, ambiental y educativo-cultura; por medio dos grupos focales con diez jóvenes y una docente residentes en Tasajera.

Dentro este orden de ideas, en la dimensión consciencia social, el concepto que los jóvenes sostienen sobre Tasajera hace referencia a un pueblo con pluralidad, con riqueza cultural, personas perseverantes, con identidad por sus raíces y con ubicación paisajista única; aspectos que permiten ser reconocido por lo positivo y no por los sucesos negativos como el ocurrido, que sin lugar a duda son el centro de atención. En este caso se expresa:

[...] pueblo que tiene mucha diversidad, pero conocer a Tasajera por lo malo es el estigma que queremos romper, se conoce por el peaje y los bloqueos en la vía, queremos que se conozca a través de su cultura o su pesca más allá de todo el turismo, tiene muchos espacios donde los paisajes en el mar, en la laguna y cambiar esa expectativa sociocultural, socioeconómica y psicológica (A.2).

Esta percepción es coherente con la docente entrevistada, quien resalta la visibilización del contexto desfavorecido y objeto de abandono por entes gubernamentales del corregimiento conllevando a algunas familias a la mendicidad. Sin embargo, como positivo destaca la solidaridad y proyecciones transformadoras de sus realidades sociales, en este caso expresa:

[...] en Tasajera hay familias que no tienen para comer, que viven en una casita de tabla que se les moja cuando llegan las épocas de lluvia, que viven de pedir en la calle, son personas, colaboradoras, que le tienden la mano al vecino, puede uno pedirles un favor, son personas humildes, trabajadoras, con muchas necesidades, con muchos sueños, con mucha pobreza absoluta (A.12).

De la misma forma al consultar a la población encuestada sobre la responsabilidad frente a la tragedia ocurrida en Tasajera, el 61% piensa que el suceso fue culpa de procesos históricos de desigualdad; el 24.6% lo atribuye a otros problemas y el 10.8% responsabiliza a sus habitantes.

Frente al impacto negativo generado por la tragedia, al 46.2% les causo nostalgia, impotencia e incredulidad; el 15.7% le causo desesperanza en el país y el Magdalena; y el 13,1% le causó inconformidad con la política pública para jóvenes.

Asimismo, los jóvenes son conscientes del desarrollo pospuesto del que han sido víctimas y del deterioro ambiental de la Ciénaga Grande causado por la construcción de la troncal del Caribe la cual tuvo como consecuencia el deterioro de la fauna y flora y generó efectos adversos en la economía de Tasajera, que trajo consigo el atraso social. Pero, sin duda, han decidido resaltar los aspectos positivos como relevantes y no como los percibe la sociedad colombiana, en este caso se responde:

[...] un pueblo que el futuro no le ha dado cosas buenas porque en 50 años atrás Tasajera era un pueblo prospero, con una riqueza extensa que sufre una tragedia en lo socioeconómico sociocultural y pues las élites políticas lo han cogido y lo han deteriorado más (A.1).

Además, resaltan como principal fuente de trabajo, la Ciénaga Grande y su labor es la pesca. En este caso se manifiesta:

[...] un pueblito de pescadores humilde que salen a buscar en la Ciénaga Grande de Santa Marta el sustento de cada día (A.8).

También, reconocen el olvido estatal al que han estado expuestos, la vulneración y la no garantía de sus derechos como ciudadanos. En este caso un entrevistado lo sintetiza así:

Abandonado por el Estado (A.7).

Respecto al compromiso que han adquirido en la transformación de Tasajera, lo define:

[...] el compromiso lo adquirimos cuando dimos la batalla a trabajar por lo social, cambiar el pensamiento, alzamos la voz pidiendo que no nos dieran mercado, sino apoyo psicológico. El compromiso que tenemos hoy en día es el compromiso del cambio, si nosotros mismos no vemos nuestras problemáticas pocos son los que vendrán para solucionarlas (A.1).

De este relato se abstrae el compromiso de los jóvenes frente a la identificación y transformación de sus problemáticas mediante la reivindicación de sus derechos y procesos de resignificación en el ámbito personal, socioeconómico y cultural.

En esta misma línea la docente entrevistada aporta:

[...] desde pequeño enseñarles los valores, respeto, el valor de tener la familia, el valor de aprovechar el estudio, el compromiso para la transformación en los jóvenes en Tasajera siempre es estudiar, superarse, aprovechar las oportunidades, aprovechar al maestro, aprovechar la ida a la institución (A.12).

Percepciones que priorizan en la formación en valores ciudadanos ubicando la educación como motor de desarrollo y transformación social de sus comunidades.

Asimismo, afirma que los jóvenes requieren de oportunidades en aspectos, sociales, educativos y culturales:

[...] poquitos los que tienen oportunidad, creo que sí que hacen falta oportunidades de tipos sociales, de tipo cultural, les toca irse a pescar o integrarse a las busetas intermunicipales (A.12).

En consecuencia, frente a la impotencia de los padres de familia para garantizar a sus hijos(as) el acceso y continuidad en la Educación Superior los jóvenes se dedican a los oficios que les ofrece el medio.

En esta misma línea, el 50.2% de los encuestados en relación con la proyección de los jóvenes en Tasajera, opinan que tienen pocas oportunidades debido al deficiente compromiso institucional y familiar frente a los procesos de formación, así como la ausencia de oferta educativa posgradual, lo que conduce al desinterés por la consolidación de su proyecto de vida. El 38.4% opina que los jóvenes en Tasajera no tienen aspiraciones por la falta de oportunidades.

En este sentido, los jóvenes residentes en Tasajera se perciben a sí mismos con diferentes capacidades que en ocasiones no son desarrolladas y que por lo tanto es menester una reforma educativa para lograr que ellos obtengan un título universitario. Se constata en la siguiente unidad de sentido:

[...] considero a los jóvenes de mi pueblo con muchas capacidades que muchas veces no sabemos explotar, así que los jóvenes necesitamos mejoramiento educativo para ser profesionales (A.4).

Por lo tanto, debido a la falta de oportunidades, entre otros factores, se visibiliza una comunidad con un sinnúmero de necesidades básicas insatisfechas y diferentes problemas sociales los cuales han afectado notoriamente el desarrollo humano. Fenómenos que según el 59% de la población encuestada se deben a la ineficiencia del Estado, para garantizar derechos fundamentales, como la educación y salud, pero también la desesperanza aprendida de los habitantes frente el compromiso que deben asumir ante su autodesarrollo. El 33.4% cree que los problemas de tasajera se deben más que todo al olvido del Estado.

En se sentido, para la solución de los problemas en Tasajera, el 74.8% puntualiza sobre la importancia de mayor cobertura y calidad en la prestación del servicio educativo, el 12.1% sugiere la formulación de políticas públicas incluyentes, y el 10.8% prioriza en la educación.

Ahora bien, referente a la dimensión ambiental, se visibiliza que la población presenta necesidades básicas insatisfechas, como alcantarillado y suministro permanente de agua potable como indicador para la prevención de enfermedades infecciosas. Así lo expresa la docente entrevistada:

[...] pero Tasajera antes no tenía agua, tenía que comprar el agua (A.12).

Por consiguiente, en esta dimensión se evaluó el concepto que tienen los jóvenes sobre bienestar, indicando:

[...] bienestar es estar establecidamente, o sea, una tranquilidad, una estabilidad económica, una estabilidad emocional (A.1).

Es decir, identifican que el bienestar es un estado de satisfacción y por ende tranquilidad. Asimismo, expresan:

[...] hace referencia a un conjunto de aquellas cosas que se necesitan para vivir bien, por ejemplo, la educación, salud, vivienda y también se necesita mucho el bienestar ambiental (A.2).

Estas afirmaciones denotan que perciben aspectos como la salud, la educación, la vivienda y el factor ambiental como pilares fundamentales para lograr la calidad de vida.

Con relación a la forma en que contribuye el medio ambiente en su bienestar, uno de los entrevistados así lo define:

[...] contribuye física y mentalmente (A.7).

Ante esto, las personas son conscientes que un medio ambiente incontaminado contribuye al bienestar integral. Igualmente se resalta sobre la importancia de la educación ambiental en la niñez y la generación de mayor conciencia sobre la protección del medio ambiente en la población adulta, y como las acciones humanas inciden en su deterioro. Explicándolo así:

[...] en lo ambiental el corregimiento se ve muy perjudicado, la basura muchas veces la utilizan como relleno y concientizar a la gente también de no prender basura, las aguas residuales se deben manejar, aunque ya no se ven eso rellenos que se veían a las orillas de las lagunas donde la gente sin conciencia arrojaba la basura a la orilla de la ciénaga (A. 2).

A partir de lo anterior, se infiere sobre la importancia de generar una cultura de cuidado y protección del medio ambiente que garantice un desarrollo sostenible.

Es preciso resaltar que los jóvenes conocen los esfuerzos de gobiernos y diferentes sectores para hacer frente al tema ambiental:

[...] el tema del medio ambiente es prioridad para muchos países, desde diferentes aspectos, existen organizaciones ambientales que llevan años dedicándose a la protección de la fauna y flora del planeta. Las organizaciones ambientales buscan estudiar, monitorear o proteger el medio ambiente del mal uso o la degradación que causa la humanidad y sus acciones (A.3).

Sin embargo, afirman que existen escasos compromisos institucionales para fortalecer el medio ambiente, debido a que entidades encargadas de velar por la conservación de la Ciénaga Grande no han realizado programas educativos en la población orientados a la conservación de las especies y al manejo de residuos sólidos. En este caso se expresa:

[... ] los compromisos institucionales son muy pocos, la verdad, porque CORPAMAG es la encargada de los servicios que cuida la ciénaga grande, pero nunca he visto que ha venido a dar una charla ambiental en Tasajera, si se han acercado a un grupo de pescadores para que no pesquen con la maya, pero nunca en conciencia ambiental, si el 5% de la comunidad sabe que es reciclar serían los jóvenes (A.1).

Además, afirman que las acciones desde la gestión institucional han afectado la Ciénaga teniendo como resultado la extinción de especies nativas:

[...] un caso palpable que ha perjudicado a la Ciénaga Grande es que han cerrado los caños de aguas dulces que desembocan en la ciénaga grande, esto ha llevado a que las especies nativas de la Ciénaga Grande estén en vía de extinción porque la ciénaga grande está perdiendo oxígeno (A.2).

Lo que se constituye en un riesgo para la empleabilidad de los habitantes, por ser esta la principal fuente de trabajo.

Por su parte el 71% de la población encuestada opina que para el fortalecimiento de la cultura ambiental en Tasajera se requiere por parte de organismos públicos y privados impulsar proyectos a gran escala, políticas públicas, educación ambiental a niños y jóvenes y sensibilización a la comunidad sobre el calentamiento global.

Asimismo, en esta dimensión se evaluó el compromiso adquirido por la ciudadanía en el cuidado del medio ambiente, en este caso expresa:

[...] respetar el medio ambiente, haciendo un uso racional de los recursos naturales y actuando contra la contaminación derivada de los diferentes procesos de nuestra actividad laboral e industrial (A.3).

Estas afirmaciones ponen en manifiesto que la comunidad ha asumido una actitud de respeto, y en consecuencia ha tomado conciencia de la importancia del cuidado del medio ambiente:

[...] tomar conciencia de que lo estamos afectando y si somos conscientes nos daremos cuenta de que, si lo afectamos a él, él nos afectará a nosotros (A.4).

Finalmente, en relación a la dimensión educativo-cultural se evidenciaron las diferentes prácticas culturales realizadas por la juventud:

[...] hay tres grupos de danza folclóricas nativas de acá de Tasajera y de diferentes partes del municipio (A.1).

Afirmaciones como esta confirman la importancia que los jóvenes residentes de esta comunidad otorgan al folclor, la danza, la música y a su trasmisión intergeneracional para la preservación de su identidad.

Lo anterior es correspondiente con la percepción de los encuestados, quienes en un 61% identifican dentro de los aspectos culturales en Tasajera la industria pesquera y el 12.8% valora el derecho a la protesta por medio de plantones por insuficiente servicio. Sin embargo, acontecimientos culturales relevantes como la filmación de La boda del acordeonista en 1986 y La Ciénaga entre el mar y la tierra de 2006, en un 85.6% son desconocidos y tan solo el 14,4% afirmó tener conocimiento de estos. Otros aspectos culturales para resaltar en Tasajera se relacionan con las composiciones musicales del reconocido cantautor Adolfo Pacheco, como es la “Mojana”; la canción “El torito” que inmortalizó el Joe Arroyo, es de autoría del tasajerense Quintin Carbono (QEPD) y la canción “Por Ella” interpretada por los hermanos Zuleta; y la Cumbia Cienaguera es de la autoría del tasajerense Esteban Montaño Polo (QEPD), lo cual en un 78% es desconocido por los entrevistados, mientras que un 21% afirmaron su conocimiento.

Por su parte la docente puntualizó, en la brecha de desigualdad para el acceso a internet. Asimismo, afirma:

[...] Tasajera no tiene unas redes de internet, los niños no pueden recibir sus clases como lo podrían recibir cualquier estudiante, analizo a algunos de mis estudiantes que han pasado por mis manos 7°, 8°, 9° años ya están en el mercadito trabajando, para mí eso es triste porque deberían de estar en su escuela (A.12).

En este sentido, la pandemia generada por el COVID-19 ha conllevado a los sistemas educativos en el ámbito mundial a una mayor inmersión en la era digital, teniendo que hacer transición de una oferta educativa presencial a la educación remota y virtual. Lo que ha conllevado a las instituciones educativas a enfrentar un reto tecnológico, por la brecha de desigualdad digital en la que se encuentran muchos de los estudiantes de los estratos socioeconómicos más bajos y la población juvenil de Tasajera no es ajena a esta realidad.

Por otro lado, en la misma dimensión educativo-cultural se buscó conocer los compromisos de las instituciones frente a la formación de la ciudadanía. La docente entrevistada manifestó:

[...] el compromiso que adquieren las instituciones primero que todo para formar al estudiante en valores, educación, deberes y también derechos (A.2).

De este modo las instituciones buscan la formación ciudadana, así como la continuidad de los ciclos de educación. Al respecto, afirman:

[...] la institución busca hacer que los estudiantes no se queden con el bachiller, que los estudiantes prosigan a un técnico, tecnólogo, profesional, tienen un lema para que los estudiantes sigan a ser alguien mejor en la vida claro está (A.6).

Por consiguiente, las instituciones se ocupan que los estudiantes logren acceder a la educación superior.

Así mismo, sugieren aprovechar las posibilidades de desarrollo del corregimiento a través de proyectos socioculturales. En este caso se expresa:

[...] fomentar lo que se maneja en el municipio que es el futbol, traer actividades como artesanías, proyectos como educación y actividad socio cultural (A.2).

En definitiva, llevar a cabo proyectos socioculturales en las áreas de deporte, artesanía, educación y arte, integrando lo ambiental, lo social y la historia, con actividades habituales y propias de la comunidad. Lo que es coherente con la docente quien manifiesta que se deben implementar proyectos socioculturales que permitan a los niños(as) acceder a las zonas verdes y a los jóvenes a la apropiación cultural de sus artesanías (tejer atarrayas), el arte y la conservación de las fiestas tradicionales de la comunidad.

Simultáneamente, se indago sobre la percepción comunitaria para establecer un nuevo imaginario en Tasajera. En este caso se expresa:

[...] los jóvenes no están pensando en un futuro, se enfrascan en el presente, uno siempre debe tener un futuro, una meta, salir de una zona de confort, como dice la frase que “el que sale del pueblo progresa y el que se queda aquí queda en la pobreza (A.1).

Lo que evidencia una visión cortoplacista en relación a las aspiraciones de educación de algunos jóvenes.

Asimismo, visualizan una Tasajera perseverante con un futuro muy diferente a su presente, procurando la transformación social. En este caso se expresa:

[...] hay que romper ese estigma y crear una nueva expectativa, abrir nuevos campos decirles que, si podemos, darle una mejor expectativa, una mejor visión al corregimiento de Tasajera… mejorar la imagen de Tasajera en la troncal del caribe (A.2).

En pocas palabras están cansados de ser reconocidos por sus tragedias, por su entorno excluido y por aspectos negativos, visibilizan un cambio positivo si se sigue manteniendo la resiliencia como agente de cambio y factor protector.

En definitiva, con respecto a la percepción de la docente para la construcción de un nuevo imaginario en Tasajera. En este caso expresa:

[...] pensamos y soñamos con una Tasajera limpia, con cultura, con percepción que los jóvenes salgan adelante, como docentes siempre anhelamos los estudiantes sean brillantes, de que sean reconocidos, que todos tengan las mismas oportunidades de ir a una universidad, la oportunidad a muchos jóvenes es de no ser simplemente bachilleres sino de ser profesionales donde ellos puedan desempeñarse a ser diferente a lo que hacen sus padres y han hecho sus abuelos (A.12).

Es decir, dentro del análisis anterior se denota unos constructos que vislumbran una Tasajera con conciencia ambiental, con apropiación cultural para preservar su cultura e identidad y con la visión que todos los jóvenes cuenten con oportunidades laborales, accedan a la educación superior y logren ejercer distintas labores a la que los padres han tenido que ejercer por las condiciones económicas que han vivido. En este sentido, existe una perspectiva de vida diferente para los tasajerenses si se crean las condiciones y se aseguran los recursos para un cambio social en la comunidad. La resiliencia que se acumula en el imaginario de los entrevistados puede abrir una nueva vía para la reivindicación de los tasajerenses como grupo social con pertenencia. Sus expresiones marcan la vía de la consciencia social, como también, en la valoración del ambiente y la educación como función social que puede contribuir a la movilidad social.

Conclusiones

Se constata en todo el proceso investigativo, la importancia de poder hacer visible esta realidad ahondando en el desafío de los Derechos Humanos-DH y la dignificación de la sociedad tasajerense. Frente a la crisis de estos, el respeto y su garantía, como a su vez el derecho a la educación de calidad, como un bien común, deben convertirse en fundamento de la educación en todo el mundo (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-UNESCO, 2022).

Es así como, de forma subjetiva, se pensaba que las 45 personas que tuvieron el deceso en julio de 2020 eran culpables de la situación. Hay una estigmatización del comportamiento de sus habitantes, quienes por lo general, se toman el espacio social —la carretera— para satisfacer sus necesidades a través de actividades las cuales no son licitas. Sin embargo, según se observa en las expresiones y los análisis del contenido de las entrevistas, grupos focales y encuestas se percibe la resistencia que ha tenido esta población en medio de la ausencia del Estado, por la vulneración de sus derechos y la capacidad gradual del sentido crítico, lo cual ha con llevado sin darse cuenta a fortalecer su capacidad resiliente.

En ese sentido, los derechos, que según los entrevistados y las evidencias son los más vulnerados, están en el derecho a los servicios públicos, medio ambiente y educación; se precisa lo necesario de un sistema educativo que pueda intervenir para un mejor futuro de sus habitantes, teniendo en cuenta los diez desafíos contemplados en el Plan Nacional Decenal de Educación colombiano 2016-2026 (Ministerio de Educación Nacional de Colombia-Mineducación, 2017), entre los cuales están: precisar el alcance de la educación como derecho; la construcción de un sistema educativo descentralizado y participativo; formulación de currículos pertinentes y flexibles; elaboración de política pública para formación de maestros; transformación del paradigma tradicional; uso pertinente y pedagógico de las nuevas tecnologías en los procesos de enseñanza aprendizaje, fortaleciendo el desarrollo para la vida; la construcción de una sociedad en paz sobre una base de equidad, inclusión, respeto a la ética y equidad de género; prioridad en lo rural; mayor asignación presupuestal y el fomento de la investigación para la generación de nuevos conocimientos (Mineducación, 2017).

Aunado a los anteriores desafíos, las Instituciones Educativas deben responder a los cambios sociales, políticos, económicos y culturales generados por la denominada quinta revolución industrial, derivada del desarrollo de las tecnologías de información y comunicación, priorizando en la educación como motor de desarrollo y transformación social, porque la “educación tiene que ver con todas las esferas de la vida humana” (De Zubiría, 2017, párr. 6).

En el contexto anterior, construir una comunidad resiliente en Tasajera es una utopía la cual merece la unión de todas las fuerzas sociales, legales, educativas y políticas que permitan una cultura de prevención y resistencia frente a la adversidad, para lo cual es necesario seguir enviando un mensaje a la política pública en favor de los DH y la dignidad de sus habitantes, y así poder considerar tópicos como: desigualdad social, injustica y destrucción del medio ambiente; para empezar con un paradigma centrado en el cuidado de sí, del otro y de la naturaleza, promoviendo siempre una verdadera democracia que garantice los derechos ciudadanos y repudiando todo acto de corrupción.

Conflicto de Interés

Los autores participantes, declaramos, no tener ningún conflicto de intereses para el proceso editorial de esta revista y posterior publicación de este articulo; resultados de investigación.

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* Este artículo presenta resultados del estudio titulado Tasajera resiliente, el cual fue financiado por la Universidad Simón Bolívar desde el Programa de Trabajo Social, a través del grupo de investigacion Estudios Interdisciplinarios del Caribe, entre julio 2020 y julio 2021.

Aura Inés Aguilar Caro es Doctora en Educación Intercultural. Trabajadora Social Docente e investigadora de la Universidad Simón Bolívar (Colombia). https://orcid.org/0000-0002-7569-2422

Angélica Orozco Idárragae es Doctora en Ciencias Sociales. Docente e investigadora Universidad Simón Bolívar (Colombia). Trabajadora Social. https://orcid.org/0000-0001-9990-0532

Numas Armando Gil Olivera es Maestría en Ciencias Sociales y Humanas. Filósofo. Docente e Investigador de la Universidad del Atlántico (Colombia). https://orcid.org/0000-0003-1873-6086

Diana Carolina Santamaria Gamboa es Doctora en Educación de la Universidad Simon Bolívar (Colombia). Magister en Pedagogía- Licenciada en Comercio. https://orcid.org/0000-0002-4892-5024