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Vélez-Álvarez, Pico-Merchán, Escobar-Potes y Jaramillo-Ángel / Cultura, Educación y Sociedad, vol. 13 no. 2, pp. 249-266, Julio - Diciembre, 2022
Espacios educativos universitarios: una mirada desde los estudiantes
University educational spaces: a view from the students’ point of view
http://dx.doi.org/10.17981/cultedusoc.13.2.2022.14
Recibido: 2 de mayo de 2021. Aceptado: 3 de septiembre de 2021. Publicado: 30 de julio de 2022.
Universidad de Caldas. Manizales (Colombia)
consuelo.velez@ucaldas.edu.co
Universidad de Caldas. Manizales (Colombia)
maria.pico@ucaldas.edu.co
Universidad de Caldas. Manizales (Colombia)
pilares@ucaldas.edu.co
Claudia Patricia Jaramillo-Ángel
Universidad de Caldas. Manizales (Colombia)
claudia.jaramillo_a@ucaldas.edu.co
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Para citar este artículo:
Vélez-Álvarez, C., Pico-Merchán, M., Escobar-Potes, M. y Jaramillo-Ángel, O. (2022). Espacios educativos universitarios: una mirada desde los estudiantes. Cultura, Educación y Sociedad, 13(2), 249–266. DOI: http://dx.doi.org/10.17981/cultedusoc.13.2.2022.14
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Resumen
Introducción: Los espacios educativos son escenarios configuradores de la vida académica y de experiencias para el desarrollo personal y profesional de estudiantes. Objetivo: Interpretar las percepciones de los estudiantes de una universidad pública sobre los espacios educativos. Metodología: Investigación cualitativa, descriptiva interpretativa, técnicas grupos focales y entrevistas en profundidad con estudiantes líderes. Información analizada desde la hermenéutica. Resultados y discusión: Las percepciones sobre espacios físicos, instalaciones y el mobiliario, fueron interpretadas como agente inhibidor de la calidad de vida; se evidencia percepción de seguridad-inseguridad en la ciudad, el uso de bicicleta fue valorado para favorecer la socialización, la salud y el aprendizaje. La dispersión de sedes de la universidad en la ciudad se considera barrera para interacciones cotidianas. Conclusiones: La universidad es experiencia de vida, permite construir y fortalecer trayectorias universitarias, que se relacionan con vivencias en los espacios de la ciudad y aportan el proceso educativo de manera diferencial.
Palabras clave: Universidad; espacio; estudiante universitario; percepción; interpretación
Abstract
Introduction: Educational spaces are configurative scenarios of academic life and experiences for the personal and professional development of students. Objective: To interpret the perceptions of students of a public university on educational spaces. Methodology: Qualitative research, interpretive descriptive. focus group techniques and in-depth interviews with leading students. information analyzed from hermeneutics. Results and discussion: Perceptions about physical spaces, facilities and furniture were interpreted as inhibiting the quality of life; perception of security-insecurity in the city is evident, the use of bicycles was valued to promote socialization, health and learning. The dispersion of university campuses in the city is considered a barrier for daily interactions. Conclusions: The university is life experience, it allows to build and strengthen university trajectories, which relate to experiences in the spaces of the city and contribute the educational process in a differential way.
Keywords: University; space; university student; perception; interpretation
Introducción
Comprender la universidad como escenario de vida invita a sus diferentes actores a verla y analizarla como espacio necesario no sólo para su desarrollo futuro, sino, para que en él se brinden todas las condiciones en la búsqueda de una educación con calidad (Duche et al., 2020), por tanto, los contenidos académicos, el entorno y sus interacciones permiten consolidar el proceso de formación.
El Espacio, es un término polisémico, es decir tiene varios significados, entre ellos: “extensión que contiene toda la materia existente” (Real Academia Española-RAE, 2018, p.9), este concepto coincide con la definición de Aristóteles: lugar ocupado por los cuerpos (Arisó, 2012). Es pertinente tener en cuenta, para efectos del estudio, como los actores involucrados en el proceso de la formación integral en el medio universitario, requieren de un espacio desde la visión de habitar, concebido tanto como espacio físico y como aquél donde se viven experiencias propias de los encuentros humanos (Heidegger, 1997; Campos y Cuenca, 2016; Calvo-Sotelo, 2015). En otras palabras, la universidad, es un escenario de carácter educativo compuesto por el espacio físico y el equipamiento necesario para el desarrollo de los procesos enseñanza-aprendizaje, donde se configura la vida universitaria. En ella se conjugan aspectos sociales, culturales y económicos, propios de los encuentros humanos tanto generacionales como intergeneracionales (Arias, 2018), en un entorno que contribuye a la formación integral de sus estudiantes, no sólo académicamente, sino también como ciudadanos éticos y comprometidos socialmente (Campos y Cuenca, 2016; Westendarp e Iglesias, 2019).
En la investigación se apela al término “espacio”, este se conceptualiza en sentido amplio, referido desde el micro hasta el macro ambiente, a partir del espacio privado y público cubierto o descubierto, además de la infraestructura urbana referida a la ciudad, en el marco de éste se analizan atributos que confluyen en elementos como biodiversidad, configuración, además de aspectos psicológicos entre los cuales se encuentran la integridad y seguridad física, estos evidencian la muldimensionalidad que es posible leer y analizar en su interior (Briceño-Ávila, 2018).
Del mismo modo, el espacio universitario engloba un conjunto variado y diverso de tipos arquitectónicos y funcionales de una gran relevancia educativa y urbana para la sociedad (Mansur, 2017). El espacio es una denominación amplia y abstracta, por sí solo no es suficiente para denominar el lugar donde ocurren las relaciones humanas, es preciso caracterizarlo como un ambiente cuyas constituciones formales y visuales están relacionadas con la cultura del lugar y con los usos de los espacios (Zamora, 2019), también se puede relacionar con lo denominado ambiente construido y de uso (Montilla, 2010). Entendido así, el espacio universitario funciona como ordenador de prácticas individuales y colectivas, conlleva a su apropiación y se entreteje con la forma de vivir de cada uno en medio de las distintas dinámicas de interacción social, como expresiones culturales que permiten conocer los comportamientos sociales, permitiendo identificar y cohesionar grupos (Burbano, 2014; Páramo, 2017), en un escenario educativo el cual entre sus funciones tiene la reproducción de la cultura.
De otro lado, el espacio universitario cuenta con escenarios propios para el desarrollo de las actividades relacionadas con el cumplimiento de las funciones misionales, además de aquellos que favorecen la calidad de vida, como son sitios para el tiempo libre y ocio, la actividad física y prácticas deportivas, la satisfacción de necesidades como la alimentación y el descanso y el disfrute de diferentes expresiones culturales como la música, el teatro y el desarrollo de eventos de interés para la comunidad universitaria, lo cual contribuye a su calidad de vida y, coincide con los resultados de Lara et al. (2015), sobre el espacio vital que necesita la comunidad académica para desarrollarse.
Los espacios físicos de la universidad pública en donde se realizó la investigación, se encuentran dispuestos en seis campus ubicados en diferentes lugares de la ciudad de Manizales, el espacio público se configura en el entorno de las distintas sedes de la institución, en ésta confluyen eventos, actores sociales y lugares, que constituyen historias singulares de éstos y de las particularidades de los grupos humanos (Burbano, 2014), donde la sociedad se ve representada, se dan relaciones sociales multidisciplinares, se generan vínculos, se vive la vida comunitaria, la cotidianidad y se potencializa la trasmisión de conocimiento (Ciriza et al., 2021).
El análisis de percepciones permite generar evidencia de la manera como confluyen y se complementan los procesos educativos y los aspectos organizativos, lo cual lleva a una análisis reflexivo de situaciones e interacciones que se requieren para mejorar la calidad de formación en el ámbito universitario (Poveda et al., 2021).
La universidad es escenario donde convergen la diferencia y la diversidad, posibilita situaciones en las cuales hay encuentros y desencuentros, al ser un escenario de construcción y producción social. Del mismo modo la ciudad como espacio público, permite la expresión del interés por el bien propio y el de otros (Mansur, 2017). Con base en lo anterior se planteó como objetivo de la investigación, interpretar las percepciones de los estudiantes universitarios sobre su espacio educativo.
Metodología
El encuadre metodológico se estableció basado en los siguientes aspectos
Tipo de estudio
Es una investigación de enfoque cualitativo descriptivo hermenéutico, a partir de la descripción de la experiencia cotidiana en la vida universitaria y del análisis de sus relatos. El universo de análisis estuvo constituido por jóvenes universitarios de ambos sexos pertenecientes a una universidad pública de Manizales (Colombia), quienes en su mayoría (90.88%), pertenecían a estratos socioeconómicos bajos y en situación de vulnerabilidad social, y ven en la educación universitaria un medio que les permite condiciones para el desarrollo personal y formación profesional, con el fin de propiciar su movilidad social. En el presente artículo se exponen los hallazgos obtenidos del estudio cualitativo, retomando como datos los relatos producidos mediante las técnicas empleadas en el trabajo de campo.
Unidad de trabajo
Se tuvieron en cuenta para la unidad de trabajo los siguientes criterios: ser estudiante matriculado en programas regulares en universidad pública; aceptación voluntaria para participar en el estudio; y, contar con representación de las seis facultades. Para las entrevistas en profundidad se seleccionaron estudiantes líderes, quienes son los representantes en la federación estudiantil de cada facultad, además de ser algunos integrantes estudiantiles de los semilleros de investigación, quienes fueron contactados previamente y se les solicitó el consentimiento informado.
Técnicas de recolección de información
Las técnicas implementadas fueron los grupos focales cuyo instrumento fue una guía de discusión y las entrevistas en profundidad, para las cuales se estructuró una guía de entrevista (Minayo, 2009).
Frente a los grupos focales (Hamui-Sutton & Varela-Ruiz, 2013), su utilización como estrategia metodológica en la investigación con jóvenes universitarios es relevante, en razón a que éstos deben ser estimulados a pensar críticamente acerca de la educación, para que, a partir de esta reflexión, puedan asociar las problemáticas del entorno de la ciudad, del espacio educativo y sus experiencias con el contexto en el cual viven e interactúan. La premisa básica de los grupos focales en este caso, es que los procesos grupales pueden potenciar en las personas el esclarecimiento y la apertura a otras visiones del mundo, que tal vez con otras estrategias no serían posible. La técnica de grupos focales posibilitó que cada participante exteriorizara sus percepciones, vivencias e interacciones en los espacios universitarios a partir de las dimensiones: condiciones del entorno público de la ciudad y las condiciones del espacio físico y sus dinámicas en la universidad (Sánchez-Gómez et al., 2018).
Los grupos focales fueron realizados por facultades teniendo en cuenta sus características y condición juvenil, según lo plantea Balardini (2014), noción que implica a las formas diversas, heterogéneas de ser joven y sobre los grupos en los cuales los jóvenes participan y construyen identidad, quienes tienden a ser más flexibles, en relaciones horizontales mediatizadas por las afectividades interpares. Así el grupo focal que se llevó a cabo fue de tipo semiestructurado, es decir, se elaboró una guía de preguntas abiertas para permitir al moderador dirigir una discusión flexible entre los participantes; se realizaron en total ocho grupos focales, mixtos, cada uno de a 7 a 8 estudiantes, con duración aproximada de dos horas. La selección de los participantes se realizó de acuerdo con la perspectiva interpretativa, la cual posibilitó la emergencia de relaciones e interacciones comunicativas expresada por las diferentes formas de discurso de los actores sociales, con el fin de favorecer las percepciones de lo que era sensible al grupo.
El corpus de análisis se terminó de configurar con la técnica de entrevista en profundidad a los informantes, posterior a su participación en los grupos focales, en la que se identificaron algunos temas relevantes para ser profundizados. Se estructuró el instrumento guía de entrevista el cual incluyó aspectos como: factores y condiciones de seguridad del entorno público y de la ciudad, los cuales influyen en el desarrollo de actividades universitarias; las condiciones de los espacios físicos, como la existencia de escenarios académicos, deportivos, recreativos; la ubicación y dispersión de las sedes; materiales y organización de dichos espacios; y, las percepciones y significados atribuidos a los mismos. De éstos emergieron las categorías sobre las cuales se estructuran los resultados.
Técnicas de validación de instrumentos
Esta validación de los grupos focales y entrevistas en profundidad fueron realizadas por dos pares expertos en el tema del estudio, quienes hicieron observaciones a la forma cómo estaban expresadas las preguntas, las sugerencias se aceptaron y los instrumentos fueron ajustados para que reflejaran el ambiente de diálogo intimista característico del enfoque cualitativo.
Sistematización procedimental de análisis de datos
El análisis de los datos se realizó desde una perspectiva hermenéutica (Minayo, 2009), la cual tuvo en cuenta los elementos del contenido del discurso en un contexto que le sirve de referencia y, en este sentido el análisis de contenido involucra percepciones, acciones y conductas de lo expresado por los estudiantes universitarios, con el fin de ir más allá del mensaje explícito y develar los significados que subyacen en su discurso. Y de esta forma, los criterios de inclusión para las unidades de análisis estuvieron constituidos por las percepciones y acciones manifestadas por los estudiantes frente a los espacios universitarios.
Para el análisis de las percepciones como unidades de análisis se aceptaron los planteamientos teóricos de Merleau-Ponty (1975), quien refiere a la percepción como un proceso cambiante el cual permite la reformulación de las experiencias que vive el sujeto, así como de las estructuras que le dan soporte, en la que la cultura con sus múltiples variantes posibilita a estas estructuras cambiar o ser recompuestas según las circunstancias del entorno. Las percepciones se conciben como una permanente construcción de significados en el espacio y el tiempo. Es por ello que la percepción involucra la situación histórica social de los sujetos y de las sociedades, además de la relevancia de los referentes culturales e ideológicos que se reproducen, dando lugar a explicaciones de la realidad, referentes que son guía para los cursos de acción del sujeto y de las experiencias para ordenarlas y transformarlas.
Técnicas de procesamiento y análisis de resultados
La utilización y triangulación de técnicas metodológicas en las que se comparó el discurso de las entrevistas en profundidad y los grupos focales, ayudó a identificar las características comunes en los estudiantes universitarios y a dilucidar patrones, cambios y tensiones relacionadas con las percepciones frente a sus espacios educativos. La información se organizó mediante transcripción y depuración de la misma y el procesamiento/ordenamiento de datos en el software ATLAS-ti (versión 9.1), cuyo proceso de codificación se llevó a cabo basada en los principios de la teoría fundamentada en los datos (Strauss y Corbin, 2002), que permitió mostrar las tendencias, temas relevantes y las categorías emergentes considerando los relatos; a partir de este paso se hizo la interpretación propiamente dicha para poner en contexto y dar sentido a las percepciones que los estudiantes le dan a los espacios universitarios.
Los aspectos éticos de la investigación se enfocaron a la protección de la privacidad de los participantes mediante nombres ficticios, quienes declararon el consentimiento informado previo a las entrevistas en profundidad y en la dinámica de los grupos focales.
Resultados
La presente investigación tuvo en cuenta las condiciones del espacio universitario en tanto éste es un factor que influye en la formación integral de los estudiantes. En este sentido es importante reconocer las características sociales, económicas y culturales que se podrían asociar con las condiciones materiales de vida de la mayoría de los estudiantes.
Desde la perspectiva de las investigadoras, es necesario considerar que el entorno universitario no se refiere solamente a unas características o recursos materiales y servicios educativos, sino también a los encuentros y las relaciones humanas, además de las experiencias vividas en dicho entorno. La universidad en la cual se realizó la investigación está ubicada en la ciudad de Manizales denominada “Manizales ciudad universitaria”; en ella estudian personas procedentes de diferentes grupos étnicos: indígenas, negros, mulatos, afrocolombianos y raizales; igualmente, según la procedencia 45.2% son de Manizales y el resto de otras regiones de Colombia. A continuación, se presentan los resultados en función de las categorías de análisis emergentes posterior al proceso de triangulación de técnicas metodológicas (grupos focales y entrevistas en profundidad) y su respectivo análisis e interpretación.
Percepciones de seguridad/inseguridad frente a ciudad, lugares, personas y factores desencadenantes
En razón a que en la institución hay estudiantes que viven en el área rural, deben desplazarse por caminos y carreteras secundarias y terciarias para llegar al centro de estudios, constituyéndose en un factor que puede afectar su seguridad personal, el testimonio de un estudiante:
[...] como yo vivo en una vereda, hay muy pocos focos de luz, a veces que salgo a las 6:00 pm y cuando subo, ya está oscuro.
[...] vivo en una vereda y me toca caminar siempre un pedazo largo para ir a coger el bus.
Estas expresiones develan una percepción importante al respecto. Unido a lo anterior, es recurrente el clamor de estudiantes y personas que viven en diferentes zonas de la ciudad, dada la sensación de inseguridad, caminar resulta peligroso, según lo expresado por un estudiante:
[…] si, más que todo por las tardes, por las mañanas no, a veces salgo a las 6 de la tarde o me toca quedarme más tardecito y mientras espero la buseta, irme a pie me da miedo, la verdad soy muy miedosa, y cuando llego me toca caminar 5 o 10 minutos hasta la casa y ahí uno se encuentra mucha gente, a veces si es peligroso porque ya me ha tocado correr, entonces, eso es lo más maluco.
Incluso el hecho de vivir en determinado barrio, ya denota o adquiere el significado de peligro:
[...] vivo en el Carmen, es un barrio que siempre lo han catalogado como peligroso y sí, tiene cierto nivel de peligro; si, me intentaron atracar una vez pero no me robaron nada.
Es importante resaltar que los participantes perciben que algunas personas como los habitantes en situación de calle, los denominados ladrones y a veces algunos sujetos con trastornos del comportamiento, les generan temor e inseguridad, esto se puede apreciar en las siguientes expresiones:
[…] y el barrio, no es que sea muy inseguro, solamente que a veces sí se ven muchos habitantes de calle y ya he tenido experiencia de que una vez me sacaron un cuchillo cuando venía para la universidad, eso es como lo más maluco que me ha pasado hasta ahora.
No, pues hay un loquito en la esquina, pero él antes lo cuida a uno.
Así las personas las cuales ellos identifican como transgresoras e infractoras de las normas sociales son configuradas como las posibles causantes de la inseguridad ciudadana.
Del mismo modo, los resultados del estudio evidenciaron que existen otros factores desencadenantes de las situaciones de inseguridad tales como los atracos y robos, entre los que se enuncian la falta de iluminación y la oscuridad que se asocian con el peligro. Este fue otro testimonio relevante expresado por los participantes:
[…] yo vivo en Chinchiná, diario viajo aquí a la universidad, los principales factores en cuanto al transporte a la hora de venir, es que tengo que madrugar mucho más que la mayoría de los viven aquí, vivo en una parte un poco retirada de donde tengo que coger el transporte y la seguridad es un poco relativa; no hay faroles donde definitivamente deben haber, en una parte muy oscura donde debo pasar de noche.
Percepciones frente al uso de la bicicleta como medio de transporte para los universitarios
Respecto al uso de la bicicleta para trasportarse de la casa a la universidad, uno de los participantes expresó:
[…] en mi caso, yo vivo en Morrogacho, afortunadamente he adquirido un hábito desde hace muchos años de transportarme a todas partes en bicicleta, entonces, no tengo ningún problema para el transporte; el único factor es el climático. La lluvia o el fuerte sol me afectan mucho, pero en rendimiento y eficiencia es mejor, salgo con el tiempo justo, 40 minutos de la casa hasta la sede central, en comparación con los que tardan 50 o 60 minutos en el recorrido completo en una buseta.
Este testimonio sugiere una evidencia sobre la valoración positiva del uso habitual de la bicicleta como medio de trasporte de los estudiantes universitarios; además de la existencia del programa interinstitucional “Manizales Bici” para incentivar el uso de la bicicleta, dado sus innegables beneficios para la salud y el mejoramiento de la movilidad en la ciudad, a pesar de las condiciones topográficas y climáticas de Manizales (Concejo de Manizales, 2015).
Percepción sobre los espacios para esparcimiento, trabajo académico, actividad física-deportiva y para alimentación
Cuando se indagó a los estudiantes sobre sus percepciones respecto a los espacios físicos de la institución, fueron reiterativas las manifestaciones relacionadas con las condiciones físicas, ambientales y de escasez de espacios para actividades deportivas, académicas y culturales, lo que es interpretado como obstaculizador de la calidad de vida universitaria y en cierto grado de insatisfacción con algunos espacios, instalaciones e inmobiliario de las cafeterías, las bibliotecas y de las instalaciones deportivas y para la actividad física. Se presentan varios testimonios de los estudiantes:
[…] más que todo por los espacios, a veces en la sede central de la universidad, voy a la cafetería y está todo lleno, voy de pronto a hacer trabajos en la biblioteca y tampoco encuentro donde hacerme.
[…] para estudiar, la universidad tiene un problema muy serio de lugares para estudiar, la biblioteca e incluso la sede central, no es propicia para estudiar; hay demasiado ruido, es pequeña, no hay asientos cómodos para uno sentarse.
[…] yo pienso que sí faltarían más lugares para estudiar o no sé, más mesas.
[…] en la facultad de nosotros no hay ni cancha, ni gimnasio o si hay, pero sólo lo utilizan los de educación física.
[…] eso se relaciona mucho con lo que ellas tocaban de los espacios, uno a veces va a la cafetería a la hora del almuerzo y no encuentra donde almorzar.
Incluso con relación a la escasez de espacios, instalaciones e inmobiliario en especial en algunas cafeterías, para los estudiantes es crítica, en razón a que se les restringe su autonomía y la satisfacción de las necesidades de descanso y de esparcimiento, dentro del ejercicio de sus derechos a la libre circulación, expresión de la libertad y las interacciones sociales en el entorno universitario generándoles sentimientos de frustración y de ser discriminados, estas son manifestaciones de unos estudiantes en la actividad de grupo focal:
[…] salimos de una clase esta mañana y nos sentamos un momento en la cafetería y todavía no habíamos comprado nada para comer porque mi amiga iba a sacar el almuerzo y nosotros íbamos a comprar cualquier cosa para comer, llegaron dos personas a la cafetería y la verdad no sé quién era y llegó la señora de la cafetería y nos dijo que nos levantáramos de la mesa, porque nosotros no habíamos consumido nada y ellas ya tenían el almuerzo servido y prácticamente ya les habían servido. Entonces, nosotros ya que vamos a hacer, la cafetería prácticamente llena, entonces decidimos salir y nos dio como el sentimiento y salimos y nosotros y ahora qué hacemos.
Así otro estudiante afirmó:
[...] a veces uno se siente discriminado por eso.
Llama la atención que algunos estudiantes expresan y valoran que se ha procurado por mejorar y avanzar en especial en la facultad que alberga a los programas del área de la salud, en tanto, en ella se enfatizó en inversiones de mobiliario para el esparcimiento, el ocio y de acondicionamiento de la cafetería:
[...] en la facultad se ha avanzado mucho, porque pusieron esos muebles, las terrazas son más amenas, pusieron más mesas en el área de la cafetería y pienso que es bueno.
De la sede central de la institución, un estudiante aseguró que ya había sido subsanado un aspecto de condiciones de esparcimiento con la implementación de una sala para música:
[...] deseábamos donde escuchar música, dónde ver películas, pero ya lo implementaron.
Otro testimonio expresa:
[...] de pronto, en cuanto a la recreación, que uno pueda despejar la mente del estudio como mesas de ping-pong o bueno cosas así por el estilo que uno pueda hacer, mientras uno espera una clase a otra, tener un lugar en el que uno se pueda relajar un momentico.
Percepción frente a la dispersión territorial de los espacios universitarios
En razón a que existen varias sedes de la universidad dispersas territorialmente en la ciudad, en determinadas etapas y procesos de la vida universitaria, son notorias las dificultades en asuntos de comunicaciones, como por ejemplo lo relacionado con aspectos académicos tales como: ofertas de educación continuada, servicios de bienestar universitario, eventos culturales y deportivos, entre otros; una evidencia de estas dificultades es expresada por uno de los participantes así:
[...] eso es un punto de quiebre, porque como la universidad está fragmentada por diferentes edificios por toda la ciudad, se ven como islas que no se miran entre sí, ni están entrelazadas, esto produce que no haya comunicación y que el semillero no lo conozcan en otras facultades y por ejemplo, ha habido posibilidad de entrar pero la gente no va.
Ahora bien, la dispersión espacial de las sedes, es percibida como barrera para encuentros e interacciones en la cotidianidad en torno a diferentes intereses que convocan a los miembros de la comunidad universitaria.
Si bien las Tecnologías de la Información y la Tecnología-TIC son un recurso que favorece la comunicación, para el caso de la universidad ante la cantidad de mensajes que fluyen por la red y ante la selectividad de los usuarios, mucha información relevante relacionada con la vida universitaria, tiende a perderse e ignorarse, un participante expresó:
[…] empezaron un curso de taller de performance y no me enteré, en esto si hay poca difusión, si eso no hay publicidad, ni se enuncia, ni se aprovecha internet y uno se pierde de cursos buenos.
Respecto a las dificultades que se presentan en asuntos de divulgación y promoción de información relacionadas con las actividades de carácter deportivo, actividad física y cultural y con las que pertenecen al campo de cultura de la salud programadas por la Oficina de Bienestar Universitario, algunos estudiantes lo manifestaron con estas expresiones en los grupos focales:
[…] la información, que promocionen bien las actividades físicas pues la verdad no sé cómo funciona el gimnasio.
[…] deberían promocionar más esos espacios (los deportivos y de actividad física).
[…] yo no sabía que había un gimnasio, hasta que una muchacha nos contó que había un gimnasio en la universidad.
[…] sí deberían promocionar, dar la información que promocionen bien las actividades físicas más cupos y lo que tiene que ver con él como por ejemplo, no sé, cómo funciona el gimnasio, porque uno llega y no se sabe cómo funciona.
Percepción de la universidad como experiencia para la vida personal y profesional
Es de vital importancia abarcar el componente de autonomía como expresión de responsabilidad de los jóvenes en los contextos donde se desenvuelven, dado que para ellos vivir las experiencias les posibilita la toma de decisiones respecto a determinadas situaciones de la cotidianidad en sus relaciones con el mundo juvenil y adulto, así lo manifiesta un estudiante participante respecto a la manera de comportarse autónomamente, en especial frente a la decisión de consumir alguna sustancia psicoactiva y posteriormente abandonar esta práctica, en tanto que expresa vehementemente:
[...] tuve la experiencia: yo pienso que la universidad es una experiencia increíble que uno tiene, después de todo uno como joven tiene su autonomía y su decisión de lo que quiere hacer, de lo que va hacer de su vida, […] yo no me arrepiento personalmente de haber consumido eso, porque pues a la final, considero que aumentó mi cantidad de experiencia, ahorita no lo hago, no tengo la necesidad de hacerlo, ni busco hacerlo, pero tuve la experiencia y la disfruté y tuve otras experiencias muy gratificantes.
Llama la atención el aporte de otro participante en el estudio quien manifiesta:
Había un amigo que decía: que uno era la persona que salía formada del colegio, pero yo pienso que uno es la persona que sale, pero de la universidad, porque es en la universidad donde usted experimenta y donde usted hace cosas, donde no tiene a sus padres.
Por medio de la cual se evidencia que la experiencia universitaria contribuye a forjar a los jóvenes como personas autónomas para asumir los retos propios de sus trayectorias de vida. De otro lado, otro estudiante expresó:
[...] la universidad es para eso más que el aprendizaje como tal, para su profesión es importante […], la universidad es aprendizaje para la vida y uno sale siendo una persona totalmente distinta.
Discusión
Los resultados de la investigación se enmarcan en las percepciones de los estudiantes universitarios respecto a los espacios educativos como escenarios cotidianos de la vida académica, de las cuales emergieron las diferentes categorías de análisis antes mencionadas, sobre las que se construyó este apartado. Frente a la percepción de inseguridad en este estudio se valoró en diversos grados, derivada de la acción de personas, grupos e instituciones o de factores del medio natural que amenazan la integridad física, la vida o los bienes de las personas y de la comunidad, para este caso de los estudiantes.
Se encontró como la configuración de las percepciones frente a la diada seguridad/inseguridad en los barrios donde viven los estudiantes que participaron en el estudio, se presenta en tanto, se consideran aquellos signos que están asociados e incorporados a las percepciones personales e imaginarios colectivos, de qué es lo que consideran seguro o inseguro, por ello la forma de apropiación de los espacios y cómo las personas dan cuenta y piensan sobre un determinado espacio o lugar, está en relación con sus interpretaciones y significados atribuidos a dichas situaciones y contingencias de la vida cotidiana.
Estos hallazgos coinciden con lo descrito por Estrada-Álvarez y Castellanos-Suárez (2021) y Gamboa et al. (2021), quienes resaltan la importancia de afrontar la violencia por parte de actores sociales de la comunidad, hacia el alumnado universitario en el sureste de México, debido a condiciones sociales, económicas y culturales de algunos contextos marginales barriales de las ciudades, enfatizando sobre la percepción de inseguridad en los estudiantes, a la vez que éstos logran determinar los sitios inseguros y seguros en el campus universitario y sobre las medidas básicas para su protección y atención en caso de ser víctima de algún delito en su trayecto de casa a la institución y viceversa. En este sentido, se requiere apoyar a los estudiantes quienes necesitan que se les garantice el derecho a resguardar su integridad personal en su paso por la universidad.
Se puede sintetizar que la institución universitaria tiene una ventana de oportunidad importante para ser gestora de la seguridad humana integral en conjunto con otros actores locales como las comunidades, negocios y comercio en general que circundan territorialmente los espacios educativos, desde la perspectiva de la seguridad como aspiración que se vincula con las motivaciones humanas básicas en la preservación de la vida, la convivencia y el logro del bienestar (Alfaro y Salas, 2020).
El uso de la bicicleta tanto individual como el de sistemas compartidos se ha popularizado en las ciudades contemporáneas, en la medida que favorece el logro de entornos saludables relacionados con la calidad del aire, la movilidad de las personas, la salud y calidad de vida de éstas, su uso masivo igualmente permite disminuir problemas de movilidad relacionados con el tráfico vehicular y ambiental, entre otros. Su uso frecuente genera beneficios para los usuarios en este caso los universitarios, se manifiestan en mejor salud, entretenimiento, ahorro de dinero y de tiempo para desplazarse (Linares-Vizcarra, 2021; Córdoba et al., 2021).
Para los universitarios usar la bicicleta ha sido considerado un modo de vida social el cual tiene impacto sobre la calidad de vida, la socialización y la salud, y ha sido valorado de manera indirecta repercutiendo sobre los procesos de aprendizaje (Troncoso et al., 2020; Adaros et al., 2021).
Los estudiantes construyen estas percepciones de seguridad, en torno a los espacios que a diario transitan en el recorrido en sus bicicletas desde sus casas a la universidad, entre las diferentes sedes de ésta y viceversa, otorgan significados a partir de las sensaciones que perciben en los diversos contextos de la ciudad, de las personas que en ella transitan, los lugares en los cuales se desplazan y hacia a aquellos comportamientos y acciones que realizan en dichos espacios con el fin de sentirse más seguros. Así mismo consideran que las personas desconocidas son las que más inseguridad les generan, por el miedo a que atenten contra su integridad física y su vida; además de manera general, refieren que los espacios de la ciudad que son considerados más inseguros, son aquellos donde no hay suficiente iluminación y ellos los deben transitar en ocasiones en horas nocturnas. Al respecto el estudio realizado por Jiménez et al. (2017) encontró que la percepción del riesgo es mayor dependiendo del lugar de origen del bici-usuario, asimismo que el mal estado de las ciclo rutas aumenta la percepción del riesgo. El hurto es el riesgo social que más afecta a los bici-usuarios; de los riesgos ambientales la lluvia es la más frecuentemente percibida y el daño mecánico, como el riesgo tecnológico más relevante.
Estudios como el desarrollado por Zapata-González et al. (2016), concluyen que el campus universitario, es uno de los lugares donde se construyen las bases del futuro de la sociedad, mediante la generación y apropiación del conocimiento e implementación de estrategias que apunten al desarrollo humano, en las esferas cultural, política, económica, social y ambiental; espacios con excelentes características físicas y espaciales que favorezcan de manera integral el proceso de enseñanza aprendizaje.
A partir de las percepciones de los estudiantes con respecto al espacio físico en el ámbito universitario, es necesario considerar que unido a los aspectos de docencia y de la calidad académica, también son importantes los relativos a los recursos, la existencia de estos y su disposición, tales como: los recursos de ocio, la disponibilidad horaria y de los escenarios deportivos y recreativos suficientes; las relativas al entorno de la clase que tiene presente la iluminación, el mobiliario, la localización y existencia de espacios para estudiar y asesorías; del servicio de la biblioteca con relación a la organización y de espacios para estudio en la misma; la disponibilidad de libros y de personal capacitado. Lo anterior en razón a que la calidad de vida universitaria y los procesos de aprendizaje están determinados de una manera muy similar, tanto por la percepción y satisfacción con los aspectos docentes, como con la satisfacción con las condiciones de las instalaciones, edificios y de la oferta de servicios sociales para el bienestar (González-Peiteado et al., 2017). Al respecto, Dominguez-Morales et al. (2022) afirman que los ambientes donde se desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje aporta a los estudiantes no solo para mejorar sus niveles de bienestar, sino que tienen incidencia directa sobre el desempeño académico, su capacidad de apropiar conocimientos y resolver problemas.
Frente al uso de las Tecnologías de Información y Comunicación-TIC, las cuales posibilitan la creación de un nuevo espacio social de carácter virtual en la sociedad, los estudiantes informaron que si bien se utiliza, mucha información se pierde ya que se sienten algunas veces saturados, o existe poca difusión, esto coincide con lo analizado por Pérez y Rodríguez (2022), quienes concluyen que si bien existe tendencia a su uso para mejorar procesos de aprendizaje muchas veces se centran más en productos que en procesos. Al respecto la gestión de las tecnologías de la información y comunicación se convierte en un reto para todos los actores del ámbito universitario en lo que corresponde al desarrollo de actividades de docencia, investigación y proyección que median el proceso de enseñanza aprendizaje, tal como lo destacan Capanegra et al. (2016).
El análisis de las experiencia de los estudiantes en el contexto universitario, denotan como es un proceso de reconstrucción cotidiana, configurándose a partir de las actividades de los estudiantes, su contexto histórico, material, cultural y su trayectoria de vida (Goenechea et al., 2020). El entorno universitario les permite sentirse —parte de— y encontrar el espacio para —ser ellos mismos— y transformarse al mismo tiempo (Ibañez et al., 2022), allí entran en juego las competencias desarrolladas para adaptarse a las dinámicas cambiantes propias de la universidad que a su vez tienen relación con la vida familiar, vivienda y su relación con sus docentes.
Los resultados evidenciaron la concepción de universidad como espacio de aprendizaje para la vida por parte de los estudiantes, al respecto tal como lo plantean Ortega y Romero (2021), la educación se configura como el comienzo de algo considerado como nuevo, lo que hace de la experiencia de vida del estudiante imprescindible en el proceso y da la posibilidad de valorar su aprendizaje, brindando elementos para la toma de decisiones en función de enriquecer las vivencias para contribuir a su formación integral. Reflexionar y reconocer sobre sus percepciones de vida universitaria cobra sentido, para desarrollar estrategias de mejora en los entornos educativos, en tanto los testimonios dados de manera consistente por los estudiantes deben orientarse hacia acciones efectivas. Así las cosas, como lo describen Gómez et al. (2016), la universidad como experiencia de vida pone en tensión al estudiante entre la dependencia-independencia, la autonomía-responsabilidad, en este sentido es preciso analizar los espacios tanto educativos como extra-educativos, para construir y fortalecer las trayectorias de vida universitaria y la calidad educativa.
Conclusiones
Es necesario considerar que el espacio en el contexto educativo, va más allá del entorno inmediato a las personas que lo habitan y es en éste donde se desarrolla la vida universitaria, es decir, concebido en sus diversas dimensiones culturales, históricas y sociales, que va desde el microespacio al macroespacio, esto último determinante en las diferentes interacciones que se presentan en las dinámicas propias de las instituciones educativas, pensado como conglomerado vivencial y humano.
La percepción sobre la seguridad en la ciudad con todos sus recursos y carencias, impacta el quehacer del entorno educativo universitario por las consiguientes conexiones relacionadas con el tránsito y flujo de las personas que circulan de manera cotidiana, quienes deben estudiar y trabajar en dichos espacios y requieren condiciones de seguridad para el cumplimiento de sus funciones.
Es importante enfatizar en la participación de la comunidad estudiantil, profesoral y de los trabajadores administrativos en su conjunto, hacia la promoción de mecanismos de solidaridad entre todos con el fin de propiciar el cuidado de la vida e integridad de las personas, además de la implementación de acciones hacia la seguridad humana desde lo espacial, rutas seguras, iluminación, aspectos locativos y administrativos adecuados para la convivencia segura y saludable lo que propicia un mejor proceso de enseñanza aprendizaje.
La experiencia de vida universitaria es una oportunidad para que las personas que la integran, especialmente los estudiantes, logren vínculos de diversa índole, se fortalezcan en valores, en la formación ética, política y cultural para ser mejores ciudadanos y que les permita afianzar su autonomía para actuar en el contexto educativo, de la ciudad, comunidades y en sus interacciones con los pares.
Es importante el compromiso institucional, no sólo como espacio generador de conocimiento riguroso y científico, sino también de su responsabilidad en el mejoramiento de las condiciones de infraestructura de espacios educativos, que aportan a los procesos académicos y a la calidad en la formación.
Con relación a lo anterior, se considera fundamental avanzar en la delimitación del concepto de seguridad/inseguridad y su relación con los espacios formativos, a partir de las tendencias teóricas éticas, políticas y culturales de la educación superior.
Se hace necesario que al interior de las universidades se generen o fortalezcan estrategias para movilidad sustentable y sostenible, como lo es la bicicleta, toda vez que aporta a procesos de salud integral y aprendizaje.
Financiación
Este trabajo contó con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrados de la Universidad de Caldas, Colombia.
Declaración de conflicto de intereses
Las autoras declaramos no poseer conflicto de intereses con ninguna de las partes involucradas en el proceso.
Agradecimientos
Las autoras expresan sus agradecimientos a la Universidad de Caldas por su constante apoyo; a los estudiantes participantes en el estudio, quienes con sus testimonios nos permitieron dar otra mirada al significado de los espacios universitarios en los procesos de desarrollo personal y de aprendizaje.
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Consuelo Vélez Álvarez es enfermera. Epidemióloga. Doctora en Salud Pública. Docente Titular del departamento de Salud Pública de la Universidad de Caldas (Colombia) e integrante del grupo de Investigación Promoción de Salud y Prevención de la Enfermedad. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7274-7304
María Eugenia Pico Merchán es enfermera. Magíster en Educación y Desarrollo Humano. PhD. en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Docente Titular del departamento de Salud Pública de la Universidad de Caldas (Colombia) e integrante del grupo de Investigación Promoción de Salud y Prevención de la Enfermedad. ORCID: http://orcid.org/0000-0001-5416-4957
María del Pilar Escobar Potes es enfermera. Magíster Investigación y Tecnología Educativa. Docente titular del departamento de Salud Pública de la Universidad de Caldas (Colombia) e integrante del grupo de Investigación Promoción de Salud y Prevención de la Enfermedad. ORCID: http://orcid.org/0000-0002-0867-4822
Claudia Patricia Jaramillo Ángel es médica. Especialista en Promoción de la Salud. Magíster en Desarrollo Educativo y Social. Doctora en Salud Pública. Docente Titular del departamento de Salud Pública de la Universidad de Caldas (Colombia) e integrante del grupo de Investigación Promoción de Salud y Prevención de la Enfermedad. ORCID: http://orcid.org/0000-0001-6680-1351
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© The author; licensee Universidad de la Costa - CUC.
Cultura, Educación y Sociedad vol. 13 no. 2 pp. 249-266. Julio - Diciembre, 2022
Barranquilla. ISSN 2389-7724 Online
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