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Villalonga / Cultura, Educación y Sociedad, vol. 10 no. 2, pp. -26, Julio - Diciembre, 2019

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Leer en Psicología.

¿Qué dicen los estudiantes al ingresar y al finalizar el primer año?

Reading in Psychology.

What do students tell at the beginning and at the end of the first year?

DOI: http://dx.doi.org/10.17981/cultedusoc.10.2.2019.01

Recibido: 28/02/2019. Aceptado: 03/07/2019

María Micaela Villalonga Penna

Instituto de Investigaciones sobre el Lenguaje y la Cultura (INVELEC),

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) (Argentina)

micavillalonga@hotmail.com.ar

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Para citar este artículo:

Villalonga, M. (2019). Leer en Psicología ¿Qué dicen los estudiantes al ingresar y al finalizar el primer año? Cultura, Educación y Sociedad, 10(1). -26. DOI: http://dx.doi.org/10.17981/cultedusoc.10.2.2019.01

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Resumen

Las percepciones de los estudiantes nóveles en relación a lo que se lee y su participación en comunidades disciplinares son dimensiones de singular importancia al desarrollar procesos de lectura con fines académicos. Desde esa perspectiva el presente artículo tiene como propósito analizar las concepciones de los estudiantes del primer año de los Programas Académicos de Psicología en relación a qué se lee al iniciarse y al finalizar la carrera. Con base a un enfoque cualitativo se procede a estudiar la categoría Lectura con intencionalidad formativa Disciplinar como constructo emergente; La recolección de información se realizó a partir de entrevistas en profundidad a los estudiantes en dos oportunidades una, al iniciarse el ciclo lectivo y otra, antes de finalizar el mismo. Entre los principales resultados destaca que los estudiantes con alto rendimiento logran construir conocimiento sobre las clases de texto y los tipos discursivos, así como también evidencian apropiación de los géneros académicos que se leen en esta comunidad disciplinar. Se concluye en que existen diferencias importantes en cuanto a las percepciones que obtienen estudiantes con calificaciones medias o altas en los parciales de las asignaturas en relación a los que han obtenido bajas calificaciones.

Palabras clave: Psicología; lectura; universidad; estudiante; percepciones

Abstract

The perceptions of the new students in relation to what is read and their participation in disciplinary communities are dimensions of singular importance when developing reading processes for academic purposes. From this perspective, this article aims to analyze the conceptions of the first year students of the Academic Programs of Psychology in relation to what is read at the beginning and at the end of the degree. Based on a qualitative approach, we proceed to study the category Reading with educational intentionality Disciplinary as an emerging construct; the collection of information was carried out through in-depth interviews with students on two occasions, one at the beginning of the school year and another, before the end of it. Among the main results, it is worth highlighting that students with high performance manage to build knowledge about text classes and discursive types, as well as evidence of appropriation of the academic genres that are read in this disciplinary community. It is concluded that there are important differences regarding the perceptions obtained by students with medium or high marks in the partials of the subjects in relation to those who have obtained low marks.

Keywords: Psychology; reading; university; student; perceptions

Introducción

Para desarrollar competencias lectoras en los estudiantes de educación superior, es necesario analizar la alfabetización académica como proceso multidimensional que puede ser explicado desde un entramado de relaciones en atención a las características que poseen los textos disciplinares (Bazerman, 1988; Blommaert, Street, Turner & Scott, 2007; Carlino, 2003; Carlino, 2005; Lea, 2005; Lillis & Scott, 2007), los conocimientos acerca del código escrito y los géneros discursivos (Barton, Hamilton & Ivanic, 2000; Barton & Tusting, 2005; Cassany, 2005).

Por tanto las características disciplinares de un texto, junto a las particularidades del código escrito y los géneros discursivos, cimientan las bases para estudiar la alfabetización académica y la literalidad crítica como categorías asociadas al desarrollo de competencias lectoras en el ámbito académico. En este contexto referencial cuando se habla de lectura en la universidad se deben tomar en cuenta aspectos como los referidos a qué se lee en las comunidades disciplinares, qué perspectivas poseen los estudiantes acerca de esta cuestión y cómo la participación en una comunidad disciplinar en particular puede llevar a modificar o aprender nuevas prácticas lectoras.

Se asume que en carreras universitarias del área de ciencias sociales los estudiantes reconocen como características la cantidad a leer y el hecho de tener que relacionar múltiples fuentes textuales. Además, en cursos avanzados de Psicología los estudiantes que suelen leer textos académicos derivados de textos científicos predominantemente expositivos y argumentativos evidencian algunas dificultades para identificar las clases de textos que leen. Todo ello incide en el desarrollo de competencias, que por un lado permitan profundizar en la naturaleza de la disciplina y por el otro con relación a la experticia que puedan evidenciar en procesos de criticidad lectora.

En este sentido, se aborda como interrogante de investigación ¿qué percepciones tienen los estudiantes del primer año de la carrera de Psicología de una universidad pública acerca de los contenidos que se leen al inicio y al finalizar el ciclo lectivo? Así, ¿el propósito general es analizar las concepciones de los estudiantes del primer año de Psicología acerca de qué se lee al iniciar y al finalizar el primer año de la carrera? Se considera como premisa referencial que los estudiantes poseen ciertos conocimientos acerca de las clases de textos que leen en la universidad y a lo largo de un año lograrán construir conocimientos disciplinares que evidencien dominios conceptuales, actitudinales y procedimentales del área estudiada.

Fundamentación teórica – conceptual

En relación con qué se lee en la universidad, se considera en primer lugar, los aportes de Bazerman (1997), quien entiende que los géneros literarios son marcos para la acción social porque forman los pensamientos y las comunicaciones por medio de las cuales las personas interactúan. Los géneros, entonces, moldean los pensamientos y las comunicaciones y, progresivamente, contribuyen a la formación identitaria de quienes participan en las comunidades disciplinares universitarias. Desde esta perspectiva se propone que los géneros son formas de vida y de ser (Bazerman, 1997). Por su parte, Ciapuscio (2012) indica que el conocimiento sobre los géneros se adquiere y amplía en experiencias comunicativas y resulta fundamental para la producción y comprensión textual.

En el contexto de la presente investigación se argumenta que los géneros literarios se conciben como conjuntos limitados de ejemplares textuales con características específicas en común, referidas a varios niveles del texto (estructurales, lingüísticos, temáticos, situacionales y funcionales) y se relacionan mutuamente. De manera tal que, los referidos niveles textuales determinan las particularidades de los géneros literarios y sus formas de manifestarse.

En segundo lugar y centrándose en el discurso universitario, los géneros presentan gran diversidad, siendo que algunos son creados en el ámbito de la formación académica y otros se importan desde el campo científico o profesional (Bolívar y Parodi, 2015; Parodi, 2008; Parodi, 2015). Además, se identifican géneros con patrones recursivos de tipo didáctico o divulgativo (por ej. manuales, guías didácticas), prosas altamente especializadas e informacionalmente densas (por ej. textos disciplinares) o aquellas que se escriben en el grado y pre-grado pero que son fundamentales en la vida laboral científica (por ej. reseñas, artículos y proyectos de investigación) (Parodi, 2015; Parodi, 2008; Jarpa, 2015).

Con relación a lo anterior, Carlino (2005) señala que en el medio universitario suelen leerse textos académicos derivados de textos científicos –como los capítulos de libros y manuales, por ejemplo- y textos científicos, que muchas veces los estudiantes acceden como documentos mimeografiados. En la misma línea, Giudice, Godoy y Moyano (2016) con base a una investigación realizada con docentes del primer año de la carrera de Psicología de una universidad estatal, exponen una serie de prácticas en relación con la bibliografía de las materias obligatorias en diseño curriculares de la mencionada carrera.

Respecto de los tipos de texto incluidos como bibliografía obligatoria en algunas materias (3 de 10 materias) se proporcionó a los alumnos manuales - libros escritos por los titulares de las asignaturas, especialmente para los alumnos que la cursan y que cubrían los temas del programa. En el resto, (7 de 10) se incluían capítulos de libros elaborados por referentes importantes de la disciplina (Giudice, Godoy y Moyano, 2016). En cuanto a las formas de acceso al material, en la mayor parte de las materias (8 de 10) se entregaban fotocopias de textos originales. Los alumnos accedían a lo que los autores denominaron “engargolado de la materia”: un compilado de fotocopias descontextualizadas de capítulos libros – que no contaban con elementos paratextuales que permitieran ubicar el fragmento dentro de una obra general-, junto con materiales de diversas clases y autorías –que muchas veces no poseían datos de edición– (Giudice, Godoy y Moyano, 2016).

Otro aspecto significativo sobre lo que se lee en la universidad es lo que se ha denominado el tipo discursivo de los textos. Los textos académicos pueden ser predominantemente expositivos o argumentativos (Padilla, Douglas y López, 2007; 2011). Sobre esta cuestión, por ejemplo, Arnoux, di Stefano y Pereira (2002) consideran la exposición y la argumentación como dos polos de un continuum, siendo que los textos pueden tender al polo expositivo-explicativo o al argumentativo. En la misma dirección, Padilla, Douglas y López (2007; 2011) señalan la existencia de textos predominantemente expositivos y textos predominantemente argumentativos. En ambos casos, los géneros expositivo y argumentativo desarrollan un razonamiento sobre un tema, la solución de un problema o la fundamentación de una opinión.

Los textos expositivos se centran en un saber construido en otro lado y socialmente legitimado, buscan informar y hacer comprender un tema. Tienden a borrar las huellas subjetivas para marcar una distancia y objetividad apelando a las formas de impersonalidad (uso del se impersonal, del se pasivo y de la voz pasiva), la omisión de las formas de modelización y al uso de tiempos verbales del indicativo. El contexto de producción generalmente está dado por los ámbitos de divulgación del conocimiento científico. La estructura o modo de organización del discurso expositivo puede tender a la descripción, seriación, organización causal, problema/solución, comparación (Arnoux, di Stefano y Pereira, 2002; Padilla, Douglas y López, 2007; 2011).

Por su parte el texto argumentativo busca persuadir y en este discurso aparecen múltiples voces: el sujeto se manifiesta confrontando o no su opinión con la de otros a fin de construir nuevos conceptos o posturas. Es decir que, la forma en que se despliega la intención argumentativa busca incidir en la forma de pensar y/o actuar del destinatario (estrategia justificativa, estrategia polémica, estrategia deliberativa) y las modalidades discursivas (modalidades de enunciación asertiva e interrogativa; modalidades del enunciado lógicas o intelectuales, apreciativas, valorativas, desiderativas, de necesidad; enunciados polifónicos como negaciones polémicas, estructuras adversativas y estructuras concesivas) ayudan a este propósito (Arnoux, di Stefano y Pereira, 2002; Padilla, Douglas y López, 2007; 2011).

Al respecto, una investigación nacional indagó cómo caracterizan los estudiantes los textos que leen. En general, se centraron en la cantidad a leer, la extensión de los textos y la complejidad de los textos, es decir refiere la cantidad de información y la profundidad de su desarrollo; identifican diferencias en los textos según disciplinas. Por ejemplo, en el caso de las Ciencias Humanas, los textos universitarios son complejos porque incluyen referencias de diferentes autores, a veces contrapuestos y un conocimiento relativo; en el caso de las Ciencias Veterinarias, los textos presentan el conocimiento como acabado, universalizable y único. Entonces, para leer los textos de Humanidades es necesario comprender las relaciones entre las voces y las perspectivas de autores, identificar qué se dice y quién lo dice, y releer los textos varias veces para realizar estas relaciones y poder repasar y recordar lo leído (Fernández y Carlino, 2010).

Los estudiantes reconocen que la lectura en medios académicos implica establecer relaciones y no sólo recordar ideas centrales lo cual exige aprender a relacionar los textos y los autores entre sí, y leer varias veces los textos y comprenderlos desde la perspectiva de una cátedra y de una comunidad disciplinar (Fernández y Carlino, 2010). La cantidad de texto a leer hace necesario que los alumnos se autoorganicen, se presenta como requisito la integración de diversas fuentes textuales para obtener una visión de conjunto de los temas de las asignaturas y leer teniendo en cuenta los programas de las asignaturas. Se reflexiona cómo los estudiantes que ingresan a la universidad se ven enfrentados a una cultura académica distinta de la que provienen (Fernández y Carlino, 2010).

Villalonga, Padilla & Burín (2014), Villalonga & Padilla (2016) resaltan qué elementos de los textos académicos son reconocidos por los estudiantes de un curso avanzado de Psicología: clase de texto –capítulo de libro, ficha de cátedra, artículo científico, etc.–, tipo discursivo –texto predominantemente expositivo o argumentativo–, referencia bibliográfica con sus elementos constitutivos –autor, nombre de la obra, año de edición, lugar de edición, editorial, etc. entre otros. Los resultados dan a conocer que los estudiantes avanzados de la carrera de Psicología en general leen fotocopias de textos académicos derivados de textos científicos (capítulos de libros 98,2%, fichas de cátedra, 98,2%, guías de estudio elaboradas por los profesores 52%) predominantemente expositivos y argumentativos. Los estudiantes acceden a mayor cantidad de textos predominantemente argumentativos (30.9%) con respecto a textos predominantemente expositivos (27.3%), siendo de mayor complejidad especificar el tipo discursivo de los textos leídos (29.1%).

Además, identifican sólo algunos elementos de una referencia bibliográfica – en el caso de los libros, un 16.4% reconoce el autor, el año de edición y el título del libro, en el de los capítulos de libros, un 12.7% precisa el autor, año de edición, título del capítulo, título del libro, y en el de las revistas científicas, el 12.7% reconoce como elementos al autor, año de edición, título del artículo y nombre de la revista. Acceden casi siempre a material bibliográfico con escasa contextualización, la tapa (29.1%) y la página con los datos de edición (38.2%) se incluyen a veces en el material que leen.

Los referentes descritos permiten comprender la importancia de la investigación, por cuanto se hace necesario que los estudiantes de diferentes programas académicos universitarios desarrollen competencias lectoras que promuevan el aprendizaje y la construcción del conocimiento disciplinar. Tal como lo señala Cárdenas y Ángulo (2016); Mena y Huneeus (2017), se hace necesario fortalecer el carácter práctico de los procesos de aprendizaje como base para construir un conocimiento duradero de naturaleza contextualizada. En el caso planteado las características del texto determinan particularidades y formas de comprensión por parte del lector lo que conlleva a generar capacidades y aprendizajes significativos.

Fundamentación metodológica

El abordaje metodológico fue de tipo cualitativo de nivel descriptivo – explicativo; se orienta a analizar las percepciones de los estudiantes, específicamente los significados que asignan a sus experiencias como lectores académicos en dos momentos; a su ingreso a la universidad y luego de un año cursado. Se genera un proceso de construcción teórica que se fundamenta en la información recabada de parte de los actores que intervienen, en este caso los estudiantes (Hernández, Fernández y Baptista, 2000). Al respecto, Marín (2012) señala la importancia de considerar las dimensiones de la realidad para la configuración de un plano teórico emergente en atención a las categorías objeto de estudio. Con base a un enfoque cualitativo se procede a estudiar la categoría Lectura con intencionalidad formativa Disciplinar como constructo emergente

El muestreo se basó en la selección de sujetos que pudieran contribuir a la comprensión del fenómeno estudiado. Asimismo, la recolección de los datos y la teoría emergente fueron guiando la conformación de la muestra (Hernández, Fernández y Baptista, 2000). En este estudio, la población y la muestra se hace igual en términos de cantidad, específicamente la conforman 30 (treinta) estudiantes ingresantes que aceptaron voluntariamente participar de la investigación. Algunos habían obtenido calificaciones altas e intermedias (entre 10/10 y 6/10 puntos) en los primeros y segundos exámenes parciales de las materias y, otros, bajas (entre 5/10 y 1/10 puntos). En función de esto se conformaron dos grupos; Grupo 1 (G1) con los estudiantes que tuvieron calificaciones altas y medias y, el Grupo 2 (G2) con los estudiantes de calificaciones bajas. El primer grupo constó de 10 alumnos y el segundo de 20.

De los 30 (treinta) estudiantes seleccionados solo 18 (dieciocho) completan el primer año de la carrera; los 12 (doce) restante, abandonaron y no alcanzaron a cubrir el segundo y tercer período de exámenes parciales. La media de edades de los estudiantes era de 18 (dieciocho) años. Asimismo, 17 (diecisiete) eran de sexo femenino y 13 (trece), de sexo masculino. La recolección de información se realizó a partir de entrevistas en profundidad a los estudiantes; se les entrevistó en 2 (dos) oportunidades: una, al iniciarse el ciclo lectivo y otra, antes de finalizar el mismo. Cada entrevista duró 60 (sesenta) minutos promedio. En las entrevistas se indagó acerca de sus percepciones sobre la lectura en ámbitos académicos. A fin de preservar la confidencialidad de la identidad de los participantes, en este estudio se han codificado estudiantes con un número correlativo ascendente del 1 (uno) al 30 (treinta). Cada estudiante expresó su disposición de forma voluntaria a participar como informante clave del estudio.

La sistematización procedimental implicó:

Los resultados se organizan en correspondencia con el diseño metodológico que fundamentó la investigación. Específicamente se trabaja con el análisis de las entrevistas en su estadio inicial y final. Las percepciones de los informantes clave se abordan en atención a las categorías emergentes: clases de texto, tipos discursivos, tipos de fuente y contextualización del texto escrito.

Para organizar los resultados se plantean las preguntas generadoras de la entrevista (E) y se enuncian las respuestas que develan las percepciones de los informantes clave (A) y luego se hace el análisis desde el conferimiento de significados a las ideas expuestas. Posteriormente se contrastan con la teoría de sustento.

Los resultados se evidencian a continuación:

Categoría de análisis: Percepciones en cuanto a la clase de textos que leen (textos sencillos que exponen y textos complejos que argumentan).

Al iniciarse el año, algunos participantes que han tenido buenas calificaciones (calificaciones altas y medias -G1-) indican las clases de textos que leen, el tipo discursivo de los mismos y la cantidad.